Desigual encierro de José Luis Pereda y La Dehesilla, que sà bien, destacó por nobleza en lÃneas generales. Francisco José Espada cortó la única oreja de la tarde tras una buena faena rubricada con una gran estocada. Cristian Escribano gustó a la afición por su entrega y una segunda faena en la que hizo todo para el toro. Ãngel Sánchez, con el peor lote, tuvo una actuación discreta.
Derribó la montura en el primer encuentro el animal que abrÃa la goyesca y apunto estuvo de volver a hacerlo en el segundo encuentro. Saludó Raúl Cervantes en banderillas tras dejar dos tercios de poder a poder, asomándose al balcón. Con la lona Cristian Escribano esbozó una faena pulcra, de detalles. Finos fueron las primeros trincherazos que dejó, pero el animal es el que manda y pronto se quedó sin gasolina. Bien plantado el madrileño. Estocada mal localizada. Silencio.
Tuvo condición el segundo de la tarde hasta que se supo podido por el torero, entonces, cantó la gallina. Tapó Espada las carencias del animal a base de entrega y exposición. Dejó una fantástica tanda al natural, tirando y ligando; con rotundidad. Cerró la actuación con unas ajustadas bernardinas y una estocada de rápido efecto que le valió una oreja muy protestada por algunos sectores de la plaza.
Faena discreta de Ãngel Sánchez al tercer astado de la tarde. Aprovechó el buen pitón izquierdo para sacar muletazos sueltos, de garantÃa. Por el derecho cerró con dos circulares de mérito por las cualidades del astado, que se fue aplicando a medida que avanzaba la tarde. Estocada en todo lo alto. Ovación.
MagnÃfico ejemplar el que salió en cuarto lugar, embistiendo con clase, metiendo la cabeza en las telas y arrancándose alegre en la muleta de Cristian Escribano. Comprendió las cualidades de su oponente, citando desde lejos y ciñendo la embestida del animal a medida que avanzaba la faena. Serio el madrileño que enfrió la faena por el pitón izquierdo. De infarto fueron las manoletinas finales, enroscando al toro en su cintura, sin espacio, de infarto. Enterró la tizona en todo lo alto. Vuelta al ruedo.
Noble fue el quinto de la tarde en una faena que fue de más a menos. Volvió a encajarse entre los pitones del animal, parando la embestida con el cuerpo, citando a compás, de uno en uno y encajándose de nuevo. Estocada y ovación.
El sexto de la tarde tuvo un comportamiento muy complicado. Se afanó Ãngel Sánchez, intentando sacar algún muletazo limpio, pero el astado no le permitió ninguno. Se atascó con los aceros.
FICHA DEL FESTEJO
Cristian Escribano: Silencio / Vuelta al ruedo.
Francisco José Espada: Oreja / Ovación.
Ãngel Sánchez: Ovación / Silencio.