El nombre de El Cid y Victorino van de la mano en la carrera del torero sevillano. Los éxitos más rotundos de El Cid han sido con toros de esta ganaderÃa. Su primer encuentro con este hierro fue en la temporada 2002 en Bayona. En su primera corrida con este encaste, y en una plaza de primera, fue capaz de cortar un rabo al quinto toro de nombre Gamberro. A partir de ahà llegarÃa Sevilla, Madrid, Bilbao en faenas para el recuerdo. Este Domingo de Ramos El Cid será el encargado de lidiar el primer toro de la temporada y hablamos con él dÃas antes de este compromiso.
El nombre del Cid, va unido al de Victorino MartÃn. ¿Qué significa este hierro para usted?
Hombre, para mà significa muchÃsimo, muchÃsimo porque ha sido una ganaderÃa que a mà me ha dado grandes tardes en mi vida profesional. Desde que le corté el rabo al toro de Bayona, Victorino ha ido ligado a mi carrera profesional con grandes éxitos.
Muchos son los logros conseguidos con esta ganaderÃa. ¿Con qué faena se queda?. ¿Cuál ha sido el mejor toro que le ha tocado en suerte?
Quedarme con una faena es difÃcil. Sà tengo cuatro o cinco faenas en la mente que se quedarán ahà para el resto de mi vida. Toro Borgoña aquà en Sevilla, el quinto toro de Bilbao de la encerrona, son faenas que se te quedan clavadas, el toro del rabo de Bayona. Después recuerdo otra tarde en una Feria de la Vendimia de Nimes que corté 4 orejas. La verdad es que ha habido faenas importantÃsimas.
Después por resañar un toro no porque fuese el mejor, sino porque marcó también un logro que llevaba desde hace muchÃsimo tiempo metido en la cabeza es el toro Gamberro que fue al que le corté las dos orejas en Madrid. Fue mi primera Puerta Grande en Madrid, no me puedo olvidar de esta plaza porque es la que me abrió las puertas hacia el universo taurino.
¿Qué recuerdo, qué anécdota, qué palabras recuerda de Victorino MartÃn Andrés?
De Victorino MartÃn Andrés más que palabras recuerdo sus gestos, esa sonrisa que siempre tenÃa un poquito picaresca. Siempre la tenÃa sobre todo cuando veÃa que sus toros o incluso en sus tentaderos las vacas algunas veces te traÃan por la calle de la amargura. Ese tipo de embestida, ese tipo de situaciones a él le gustaban muchÃsimo. También le gustaba que sus toros, su ganaderÃa estuviese algunas veces por encima de los toreros en el buen sentido de la palabra evidentemente. Sà es verdad que Victorino, muchas veces hablaba después de los tentaderos, incluso después de alguna corrida y da la gloria hablar de toros con él, porque tenÃa una visión muy particular de las corridas de sus toros y sus tentaderos. Fue un personaje importante y creo que va a marcar una página muy bonita en la historia del toreo.
¿Qué capacidades tiene que tener un torero para entender al toro de Victorino?
Bueno, sobre todo conocer algunas veces su comportamiento. No el que entiende más al toro de Victorino es el torero que más valor tiene, ni tampoco el que mejor torea, ni es el torero a lo mejor que más toros ha matado de Victorino, no. Lo que sà es verdad, lo que tienes que tener es conocimiento de su comportamiento. El toro de Victorino es un toro que es muy cambiante y sobre todo hay que tener una virtud con estos toros que es la paciencia. Tener paciencia con ellos es importantÃsimo, no intentar desde el principio, algunas veces, meterlo en las muleta rápidamente. Hay toros que lo puedes conseguir pero hay después un alto porcentaje de toros de Victorino que necesitan paciencia y necesitan más tiempo.
Lo que pase en Madrid este año es importante; comienza la temporada un Domingo de Ramos, luego dos tardes en San Isidro. ¿Siente el cariño de una afición tan exigente como la de Madrid?
SÃ, siempre lo he sentido. Siempre he sentido el cariño y cuando las cosas se hacen bien te apoyan. También he sentido el cariño en el otro punto de vista, de cuando las cosas no te salen, te lo recriminan y te exigen. Pero siempre he sido un torero y siempre lo he dicho, un torero querido en Madrid. Siempre me he sentido muy identificado con el gusto madrileño, con la afición de Madrid y de hecho he sido uno de los toreros que en la última década más ha toreado en Madrid. Eso quiere decir algo y es que cada vez que me ha llamado Madrid siempre he estado ahÃ, a las duras y a las maduras. Siempre he creÃdo que el público de Madrid es el que me lo ha dado todo cuando no tenÃa nada, la deuda hacia esta afición es impagable. Mientras pueda y el corazón aguante, y yo fÃsicamente esté bien, si tengo que matar la de Victorino pues la mataré y si tengo que matar los de Adolfo, lo haré. Este año voy a hacer la gesta de matar la de Adolfo, La Quinta y Victorino, tres ganaderÃas con un encaste muy similar, pero a la vez distinto uno de otro. Pero si es verdad que son tres ganaderÃas muy del gusto de la afición madrileña.
¿Cuál es el primer recuerdo que tienes de la ganaderÃa de Victorino Martin?
La primera imagen y la primera sensación que tengo y el primer toro que lidié fue el toro del rabo, era la primera vez que toreaba un animal de Victorino, no habÃa ido a tentar ni nada antes de esa corrida. Fue una corrida de toros que para mà fue un punto de inflexión, ese paso me hacÃa estar en plazas importantes, ese toro me abrió muchÃsimas puertas. Después en 2004 hice la camada entera de Victorino y todo a raÃz de esa corrida. De oÃdas todo el mundo te decÃa que la corrida de Victorino era una corrida muy dura que eran zapatilleros, que habÃa que hacer un toreo especial, un toreo distinto al que uno tenÃa en la mente. Pero bueno, hice un poco oÃdos sordos a todo eso porque creà que el toro de Victorino se podÃa torear como uno lo sentÃa, enganchándolo delante y llevando largo hacia atrás. Evidentemente, el porcentaje de ese tipo de toros es muchÃsimo menor, pero cuando te sale un toro con esas caracterÃsticas disfrutas muchÃsimo. Yo he disfrutado muchÃsimo con esta ganaderÃa también ha habido momentos malos y toros que me lo han hecho pasar mal. Es verdad que los momentos buenos te quitan muchÃsimos malos. También la ganaderÃa de Victorino en aquella época creo que dio un salto de calidad y de comportamiento. SalÃan más toros toreables a lo mejor que en la época de los años 80 o años 90.
Imagen: El Español | Entrevista Plaza 1