Descastado resultó el primero de la tarde, un toro de Adolfo MartÃn que se dejó pegar en el caballo y que en la muleta de Juan Bautista embistió descompuesto. Esfuerzo del francés que dejó muletazos sueltos de buen trazo. Estocada caÃda y se atascó con el descabello. Algunos pitos.
El segundo se arrancó de lejos con un magnÃfico Pedro Iturralde administrando el castigo. En la muleta de Paco Ureña fue reservón, con viaje corto. El murciano puso voluntad y entrega, sobretodo en una gran tanda sobre la mano izquierda. Estocada caÃda pero efectiva saludando una ovación.
El tercero fue un ejemplar descastado y sin fuerza. Juan Bautista esbozó una faena de muletazos sueltos, ligando alguna serie. Aseado el francés que dejó destellos en los trinchezaros. Se atascó de nuevo con la espada. Silencio.
Muy abierto de pitones el cuarto de la tarde que embistió sin celo, rebrincado. Faena de valor seco de Paco Ureña, que se encajonó en los pitones del animal, dejando muletazos sueltos de gran calado. Abrevió la faena ante la flojera y el comportamiento del astado. Estocada defectuosa. Palmas.
El quinto de la tarde tuvo movilidad y fijeza, aunque le faltó nobleza. Dejó Juan Bautista escapar a un animal que dio opciones de triunfo. Una tanda por el izquierdo y otra por el derecho antes de coger la espada. Mal con los aceros de nuevo. Bronca de un respetable que no entendió la decisión del francés.
El sexto siguió en la lÃnea de sus hermanos, soso y descastado. Utilizó Paco Ureña el fondo de nobleza para cuajar una faena basada en la entrega y el compromiso con la plaza. Valor seco del murciano que mostró fu disposición con una entrega sincera. Rubricó con una gran estocada. Ovación.