Fco José Espada actuó en Madrid con la ilusión del que sabe el peso de puntuar en San Isidro. La faena al primero, la de la bronca con el palco, fue de entrega absoluta, llevando al animal por ambas manos y metiendo al público de Madrid en su lidia.Â
La estocada que recetó Espada terminó de inclinar la balanza hacia un trofeo que, incomprensiblemente, el palco se negó a dar. La vuelta al ruedo fue de peso, pero las orejas de Madrid pueden arreglar la vida de quién las merece. Y en este caso, se mereció.
Sorprende, visto el criterio de esta feria y sin desmerecer a nadie, la negativa a otorgar un apéndice que fue pedido con mayorÃa absoluta. Qué fácil es a veces negar al débil lo que al poderoso se concede. Francisco José Espada ha impactado con fuerza este San Isidro.