Jesús Enrique Colombo improvisó un divertido tentadero con un jabatillo. El torero venezolano se encontró a la crÃa de jabalà en un rincón, rodeado por tres vallas; no dudó en armarse de valor, coger la muleta y pegarlo varios pases al animal.
El torero, consciente del peligro que puede llegar a desarrollar un jabalÃ, dejó una de sus manos amarrada a la valla, por sà algo salÃa mal, poder subir y ponerse a resguardo. Una curiosa y divertida imagen, que queda enmarcada dentro de la borrasca Filomena, por el espesor de nieve que se en el propio vÃdeo.