Categoría: Entrevistas

  • Pablo Aguado: «Tengo mucha ilusión por formar parte de este homenaje de Málaga a la figura de Picasso»

    Este jueves se ha presentado en el Museo de Málaga, en el Palacio de la Aduana, la corrida Picassiana que se celebrará el próximo 19 de agosto con un toros de Garcigrande para El Juli, Manzanares y Pablo Aguado. Este último ha acudido a la presentación ante la prensa y los aficionados, donde ha destacado que «Málaga es una ciudad con la que tengo mucha conexión, mi familia materna es de Málaga y tengo mucha ilusión y es un privilegio para mí estar en este homenaje de la ciudad a Picasso».

    Aguado ha tenido palabras para sus años de desarrollo como torero hasta llegar a estos días: «Es muy duro llegar, hay muchas tardes de sinsabores, en las que no ves nada, esas circunstancias son las que te hacen madurar. El entrenamiento diario, el estar rodeado de gente que te anima, etc. hace que cuando llega un momento así se disfrute más». El torero sevillano también ha tenido palabras para su triunfo en Sevilla: «Uno no es consciente del todo, con la adrenalina de la tarde, con un par de semanas de grandísima presión, uno se hace consciente con el tiempo, pero poco a poco. El triunfo en Sevilla servirá para mirar atrás cuando haya tardes peores, servirá para coger fuerzas».

    Igualmente, Aguado, en el coloquio dirigido por José Enrique Moreno, responsable de comunicación de La Malagueta, ha querido señalar que «La Malagueta es una plaza de máximo nivel y es una responsabilidad inmensa. Uno tiene que ser consecuente con la realidad, tengo que dar muchas gracias por todo lo que estoy pasando, pero insisto en la gran responsabilidad que conlleva». Por último, ha dedicado unas palabras al futuro de la Fiesta: «Estábamos en un momento bajo que ya hemos pasado, creo que le queda mucho tiempo, sobre todo cuando vas a una plaza y ves gente joven, o ves la Feria de San Isidro, 30 días de toros seguidos… Se me hace muy difícil pensar que la Fiesta pueda desaparecer con esa realidad».

    El empresario de La Malagueta, José Carlos Escribano, ha agradecido al centenar de aficionados que ha acudido al Palacio de la Aduana en la calurosa mañana por su asistencia. «La Picassiana es un ejemplo de cómo la cultura está imbricada en la tauromaquia. Cuanto más se implique a la fiesta en la sociedad, más se implicará la sociedad en la fiesta», según Escribano, quien por igualmente ha señalado que «cada vez es más fácil hacer el cartel de la Picassiana, porque es un referente del mundo taurino y los profesionales quieren estar aquí». Por último ha agradecido a Loren por su disposición para realizar la escenografía y a Pablo Aguado, de quien ha destacado su calidad humana y su cercanía.

    Por parte de la Junta de Andalucía, la delegada de Cultura y Fomento de la Junta de Andalucía, Carmen Casero, ha señalado que «esta corrida Picassiana es única en el mundo y desde la Junta de Andalucía hemos querido ser anfitriones de esta presentación, de este modo ponemos en valor ambos mundos: el arte y la tauromaquia». Además, ha felicitado a Toros del Mediterráneo y a Minotauro Joven por las iniciativas que entre ambas entidades se están realizando en pro de la promoción de la fiesta entre los jóvenes.

    El diputado de asuntos taurinos de la Diputación Provincial, Víctor González, ha querido poner el foco en la figura de Pablo Aguado: «Estás en un momento único y queremos disfrutar de ti en la Picassiana«. Además, ha querido agradecer a la Junta de Andalucía su disposición para realizar este acto de presentación en «este Museo de Málaga, que es un escenario inigualable».

    Por último, Loren Pallatier, responsable de la escenografía de la corrida Picassiana, ha querido dejar algunos detalles sobre la decoración. El pintor francés realiza por séptimo año la ambientación efímera del coso de La Malagueta. «La Picassiana de este año tiene, como siempre, mucho trabajo; ni más ni menos que 300 tablas, 40 medallones y una sorpresa que no quiero desvelar«, según Pallatier, que este año ha contado con el torero malagueño Saúl Jiménez Fortes.

    La corrida picassiana se celebra el próximo 19 de agosto con el siguiente cartel: El Juli, Manzanares y Pablo Aguado, con toros de Garcigrande.

  • Gonzalo Rincón, la figura que engendró a la leyenda

    Hace unos pocos días había quedado a comer con mi buen amigo Bartolomé Bernal, fotógrafo y colaborador de esta casa, cuando me dio la sorpresa de hacerme compartir mesa con su gran amigo Gonzalo Rincón, padre del matador de toros césar Rincón. Entre los muchos temas sobre los que conversamos, hubo uno sobre el que quisimos hacer hincapié y al que accedió gustoso; ¿Cuál es el papel del padre de un torero? Me sorprendió conocer el papel activo que desempeñó Gonzalo durante toda la carrera profesional de su hijo, pero, sobre todo, quedé impresionado al escuchar hablar emocionado a Gonzalo sobre los inicios de César en el toro y todos los esfuerzos que tuvo que realizar por él. Una vida sin ningún tipo de lujo y con todo tipo de necesidades hacen que el padre del torero valore la vida de otra manera: “He trabajado mucho desde niño y eso te da la grandeza de ver el mundo de otra forma”.

    Gonzalo nace en el seno de una familia humilde de Colombia. A los ocho años es necesario que comience a trabajar para poder aportar dinero a la familia, por lo que a penas pudo estudiar. Sin embargo, el desarrollo de su vida le ha proporcionado una educación, unos conocimientos y una planta que nada tiene que envidiar a personas con estudios. Primero comenzó trabajando en albañilería con su padre; profesión que desempeñó durante años antes de dar el salto a la Hacienda pública y un año después, pasa a trabajar dentro del Partido Conservatismo Popular, liderado entonces por Fernando Sanclemente Molina. Es aquí dónde se forja como orador, aprende a desenvolverse en toda clase de situaciones y dónde su arrojo lo llevó a ser el presentador del político en un mitin en que faltó el orador principal: “Quién con lobos anda, a aullar aprende” comenta entre risas Gonzalo, al que siempre acompañaba su cámara de fotos y que tantos momentos importantes ha captado dentro y fuera del mundo de la tauromaquia, aunque destaca dentro, ya que dedicó muchos años de su vida a la fotografía taurina.

    La afición por el toro le vino desde niño, tras ver la película: “Fiesta Brava” dirigida por Richard Thorpe. A partir de aquel día fue tomando parte en la fiesta de los toros, construyendo con su propio padre una pequeña plaza de toros en la que poder empezar a torear. Los trastos los hacía con harapos que compraba o encontraba. Autodidacta desde sus inicios, se convirtió en un romántico, gustando la pureza y la técnica por encima de otros muchos aspectos. A día de hoy, muchos son los novilleros que se maravillan al verle pegar unos pases a una becerrita, las buenas formas y la técnica, hacen de cada tanda una delicia. Cuando César empezó a torear y a querer dedicarse al toro, Gonzalo pidió permiso en el trabajo para poder salir antes y enseñar a su hijo a torear, permiso que por supuesto, le fue concedido. Además de acabar de trabajar e ir a entrenar con César, Gonzalo se levantaba a las 4:00 de la mañana para repartir periódicos y con ese dinero de más, poder comprar los primeros trastos de su hijo. Añadía: “Sí no ganaba dinero mi familia no comía”. Además, en el año 82 sufrió un durísimo revés, con César haciendo temporada en España, un incendio en su casa acabó con la vida de su mujer y de una de sus hijas, Sofía.

    A los once años de edad, comienza a apoderarlo “El Bogotano” quien les invita a ambos a ver un tentadero en el que actuaban Paco Camino y Manzanares padre. Alberto Ruiz le invita a dar unos pases a una becerrita, dejando encandilados a todos los que allí se encontraban. Tanto es así, que el maestro Camino hizo guardarse a todos los novilleros para que César Rincón tentase la becerra. Al acabar, Paco Camino se acercó a Gonzalo y le dijo: “Ese niño va a ser figura del toreo”. Recordaba Gonzalo, emocionado, pero con una gran sonrisa cuando su mujer, María Teresa, le decía a su hijo: “Sí no haces caso a tu padre, no llegarás a ser figura del toreo” y así fue, cuánta razón tuvieron ambos.

    A los catorce años Pedro Domingo decidió traerlo a España para que debutara con caballos y no fueron pocos los que quisieron apoderar a ese niño prodigio que le debía prácticamente todo a su padre. Se asentó en la ciudad de Córdoba, donde dio sus primeros pasos. Después se mudó a Madrid, en donde vivió en un pequeño apartamento rodeado de prostitutas y desde dónde acudía a entrenar todos los días a la Casa de Campo. En el año 82, el fatídico accidente en su casa, hizo que volviese a Bogotá donde ese mismo año recibió la alternativa de manos de Antoñete y con José María Manzanares como testigo. A partir de aquí ya conocemos todos la historia de César Rincón, una figura de época que aun ostenta el récord de puertas grandes en una misma temporada en Las Ventas; un total de cuatro. Comentaba Gonzalo que en una ocasión escuchó Pepe Dominguín decir: “Lo de César es como hablar con Dios y que te conteste”. El momento más duro como padre del torero lo vivió en Palmira dónde por los chorros de una femoral rota se escapaba la vida de su hijo mientras el sostenía con una mano el suero. “No tenía voz. los ojos de César estaban vidriosos, la piel amarilla. El médico del hospital estaba atendiendo un parto, lo dejó todo para atender a César” añadía que el galeno le comentó “Un minuto más y lo perdemos”. En una de las transfusiones que fueron necesarias, se le infectó con la Hepatitis C, motivo que más adelante hizo retirarse al espada.

    Esta es la figura de Gonzalo Rincón, un hombre entregado a su familia y a su hijo César, por el que hizo todo lo que podía y más, por el que se desvivió en su deseo de ser figura del toreo. La historia de Gonzalo Rincón está tan ligada a la de su hijo César, tanto que sin conocer la primera, resultará imposible comprender la segunda.

  • Enrique Ponce da una rueda de prensa desde la Clínica Iqtra

    Foto-galería: Bartolomé Bernal, cedidas por Burladero.TV

    «Si pudiera ser en el Puerto de Santa María sería estupendo, pero es una fecha que no está cerrada, si no ya sería para 14 de agosto, ese es nuestro objetivo». Con esto, Enrique Ponce ponía fecha de reaparición tras la grave lesión sufrida en la pasada feria de Fallas. Ha sido dentro de una rueda de prensa en la Clínica Iqtra de Madrid.

    En tres meses el torero ha obtenido el alta médica tras fracturarse en el ruedo el ligamento lateral interno y el ligamento lateral cruzado, en una lesión conocida como rodilla catastrófica: «Los dos primeros meses no podía apoyar la pierna fueron durisímos, adelantamos esos plazos y al mes y medio empecé a apoyar. Fue un momento mágico, poder sentir mi peso en la rodilla lesionada y sentir que no me dolía».
    Aprovechó el momento para agradecer al equipo médico la labor desarrollada y el trato tan bueno recibido: «Sin la buena cirugía de Villamor hubiera sido imposible. Hubo un momento en el que pensé si volvería a torear».
    Por último, reconoció que aún queda mucho trabajo por hacer, pero que se siente con ganas y que tiene mucha ilusión por volver a la cara del toro: «Me veo capaz de volver al 100%, porque para estar delante del toro no valen las medias tintas».
  • Todas las declaraciones de Paco Ureña tras abrir la puerta grande de Madrid

    Paco Ureña analizaba su triunfo en la catedral del toreo, al término del sexto toro de la tarde al que desorejó. El primer mensaje fue para el banderillero «Pirri» herido en la pasada Corrida de la Beneficencia, al que iba a visitar tras tener que someterse a una serie de pruebas radiológicas, fruto del percance sufrido en el tercer toro: «Me voy a ver a nuestro Víctor Hugo ‘Pirri’ y luego ya que me vean a mi» Acto seguido agradecía el triunfo a su familia: «Hoy ha sido un día muy bonito y quiero agradecer a todo el mundo que me ha apoyado. No tengo palabras, se lo dedico a mi madre, mi familia, mi mujer y a todos los que han hecho posible que esté aquí».

    Por último, hacía referencia al público que abarrotaba el coso de la calle Alcalá, que tanto disfrutó con su toreo: «Estoy muy feliz, porque el aficionado ha disfrutado».
  • Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Ymbro: «Me pongo un suspenso esta tarde»

    Sincero Ricardo Gallardo, ganadero de Fuente Ymbro, al término del segundo festejo del abono venteño. Se mostró adisgusto con el conjunto de la corrida, aunque resaltó las cualidades del tercero que propició la sexta puerta grande de Miguel Ángel Perera en Las Ventas.

    «El segundo toro no me ha gustado nada de nada, el primero unas veces bien y otras mal, el cuarto se ha parado, el sexto tenía buen aire pero se ha ido parando poco a poco…» Preguntado por el toro que desorejó Perera, decía: «Perera lo ha podido, lo ha metido por los adentros, ha estado extraordinario. En la corrida ha habido toros que le han faltado vida y otros que le han faltado clase. Me pongo un suspenso esta tarde«.
  • Pablo Aguado: «Todavía no soy consciente, es algo soñado»

    Hubo que esperar a que Pablo Aguado hubiese atravesado el umbral de la gloria de la Puerta del Príncipe, para conocer sus impresiones tras hacer historia en Sevilla: «Todavía no soy consciente, es algo soñado, ojalá vengan muchas más así, aunque sea muy complicado. Uno lo sueña y con la humildad y el sacrificio… parece que al final llega».

    Visiblemente emocionado, en una nube en la que aún resonaban, atronadores, los gritos de «Torero, torero» que el público sevillano lanzaba al matador, añadía: «He pasado dos semanas muy malas, de miedo, de responsabilidad… No me veía capaz, pero esto me convence de que es la vida que tiene el torero. He hecho lo que he sentido en cada momento, ahora viene lo más complicado, porque las figuras siempre han dicho que lo más difícil es repetir todo esto»
  • Borja Domecq: «Nos hemos desquitado con una corrida histórica»

    Pletórico se mostró Borja Domecq, ganadero de Jandilla, al finalizar una tarde histórica en La Maestranza: «Me han gustado cuatro toros. El lote más completo el de Pablo, el segundo, primero de Roca, me gustó mientras ha durado, y cuarto, segundo de José Antonio también me ha gustado»

    Afirmaba el ganadero haberse quitado un peso de encima tras el escaso juego que dieron sus toros el pasado curso en el Coso del Baratillo: «Nos hemos desquitado con una corrida histórica, que se hablará de ella mucho tiempo» añadía, en referencia al gran triunfador de la tarde, Pablo Aguado: «Sevilla tiene una nueva figura del toreo y eso es muy importante.»
  • Justo Hernández: «El toro se ha mostrado gracias a la inteligencia de Julián»

    El propietario de la ganadería de Garcigrande, Justo Hernández, pasó por los micrófonos de nuestros compañeros de Toros TV al término del festejo. Al principio realizó una reflexión sobre el conjunto de la tarde en la que se mostró feliz, pero autocrítico: «Ha sido una tarde bonita, difícil pero con matices. Han pasado muchas cosas. Morante, Perera, Julián… creo que ha sido una tarde bonita. Estoy contento, aunque siempre se puede pedir más, pero yo estoy contento porque aquí siempre venimos con el agua al cuello. Sevilla es muy difícil».

    Preguntado por el toro que permitido a Julián López «El Juli» lograr su sexta Puerta del Príncipe, el ganadero se mostró contento y al mismo tiempo, alabó la figura del espada, afirmando que sin su inteligencia, la faena hubiese sido imposible: ‘Lo ha admistrado perfectamente, ha sabido darle tiempos, ha sabido apretarle, ha sabido darle más cuando lo pedía, ha sabido cortarle la tanda cuando lo pedía… Y al final el toro se ha mostrado en plenitud gracias a la inteligencia de Julián
  • El Juli: «Se trata otra vez de un sueño hecho realidad»

    Exultante, emocionado, feliz, lleno de gozo… Así se mostró Julián López «El Juli» tras cortar las dos orejas al segundo toro de su lote y lograr su sexta Puerta del Príncipe en Sevilla: «Es un sueño hecho realidad… otra vez, gracias a Dios. Uno no se acostumbra a esto, se vive cada vez con más emoción. Además, la vida que uno lleva lleva no es fácil de conseguir este triunfo y sobre todo muy agradecido al público de Sevilla porque son sensaciones imborrables». Añadía, en referencia a «Arrogante» de Garcigrande: «El toro ha roto, ha tenido unas características y me he comunicado con él. Me he metido en su mundo, en el celo que tenía y lo que tenía dentro y el toro me ha roto en la muleta. La verdad que me ha encantado… el toro como ha empujado, cómo tiraba palante, con el ritmo que la cogía… y me he sentido y he disfrutado mucho».

    Tras cruzar el umbral de la Puerta del Príncipe de La Maestranza, y volver a tocar el cielo de Sevilla, habló de nuevo a los micrófonos de Toros TV: «Se trata otra vez de un sueño hecho realidad, gracias a Dios. Lo he disfrutado, no ha sido nada acelerado, ha sido una faena sentida, honda…Tengo sensaciones imborrables, estoy muy agradecido al público. Desde 2010, cuando conseguí mi segunda Puerta del Príncipe, la de Sevilla es la plaza en la que más regularidad he tenido». Añadía el espada madrileño: «Tengo un sentimiendo de cariño y gratitud importante a esta plaza».
  • Juan Ortega: «Mi nombre apuntay ahora toca disparar»

    Como cambian las cosas de un año a otro, es la grandeza del toreo. El pasado año Juan Ortega se jugaba a una carta su futuro más cercano en la tarde del 15 de agosto en Madrid. Sabía que tenía que marcar la diferencia y aprovechó con su concepto del toreo la oportunidad. Unos meses después se ven las cosas de diferente manera y el Domingo de Resurrección hará el paseíllo en Madrid.

    Te entrevistamos en el mes de julio antes de tu compromiso en agosto y fuiste muy claro explicando de dónde venías y a dónde querías ir. Cómo cambian las cosas.
    Cambia la película, sí, acostumbrado a afrontar los inviernos vacíos sin nada por delante, esto es un sueño. Normalmente yo empezaba temporada en agosto y de golpe y porrazo me veo en el mes de marzo con dos tardes firmadas para Madrid y una de ellas un Domingo de Resurrección. Feliz porque además es cierto eso de que cuando un torero da la cara en Madrid, Las Ventas recompensa y se acuerda.

    Te lo jugabas todo a una carta, salió boca arriba. Viviremos un Domingo de Resurrección con tres toreros jóvenes, con personalidad y con gusto que gusta a la afición de Madrid.
    Me ha sorprendido a mí también, cuando me dijeron el cartel dije, que cartel más bonito. Intuía que podía caer bien al aficionado con tres toreros que han tenido buen paso por Madrid, con la ganadería que triunfó el año pasado pero no pensaba que iba a tener la repercusión que está teniendo. Hay muchos aficionados que se van a desplazar de Sevilla teniendo su abono de La Maestranza y eso me ha llamado la atención, es muy bonito que la gente se ilusione con tres toreros nuevos.

    ¿Cuándo llegaste al hotel la noche del 15 de agosto después de torear en Madrid, sabías que iba a valer?
    Hombre, yo era consciente de lo que había hecho, había cortado una oreja y eso siempre vale pero es verdad que hay orejas y orejas. Empecé a darme cuenta de las cosas a la mañana siguiente cuando me levanté, empecé a leer algunas cosas, empiezan a llamar, entonces me di cuenta del calado que había tenido la faena. En ese momento estaba disgustado porque al segundo toro no le había podido hacer las cosas y cuando llegué al hotel estaba más cabreado que contento.

    Esta temporada de momento dos tardes en Madrid, Sevilla está ahí y para el año que viene podría ser… se contempla el nombre de Juan Ortega para las ferias, eso es así.
    Es verdad que mi nombre apunta y ahora toca disparar. La que te termina de pegar el empujón es Madrid, todo depende de esas dos tardes de Madrid. Ya el hecho de tener esas dos corridas, con dos ganaderías buenas pues está todo encarrilado.

    El 15 de agosto es una fecha bonita para torear pero no es San Isidro, ni de público, ni televisión. Hay muchos aficionados que no conocen a Juan Ortega, ¿qué se van a encontrar?
    Lo primero intentar llegar lo mejor posible, me refiero a tener la cabeza ordenada, es obligación del torero llegar con todo. Madrid es Madrid y hay mayor presión, por el pedazo de toro que sale y por muchas cosas que te condicionan. Yo lo que me tengo que preocupar es de llegar los más afinado posible a ese día y a partir de ahí, que ayuden los animales y que salgan las cosas bien. Yo demostraré lo que yo siento y lo que hice el 15 de agosto, de ahí para arriba.

    Partes con un punto de ventaja y a la vez de presión. El público que vaya el Domingo de Resurrección a Madrid quiere ver a Juan Ortega.
    Eso lleva dos lecturas. Gran parte del calado que tuvo la faena del 15 de agosto fue también el factor sorpresa porque no me conocía absolutamente nadie, me habían visto torear cuatro gatos y esa sorpresa ayuda mucho y con eso ya no cuento. Ahora cuento con que la gente espera algo de mí y cuando yo como aficionado voy a la plaza y espero algo de un torero, le estoy exigiendo pero le estoy consintiendo porque le espero. Tiene su parte negativa y su parte positiva, el hecho es saberlo aprovechar.

    Fuiste muy crítico contigo mismo la pasada temporada confesando que si no habías toreado más era por tu culpa. Ahora el estar en dos fechas importantes y que tu nombre genere ilusión, ¿también es culpa tuya?.
    (Risas). Al final el toreo depende de la condición del toro pero sobre todo del estado de ánimo de uno mismo. Para sentirse bien con uno mismo depende de muchos factores anímicos, físicos… que la vida te vaya bien. En aquel momento quizás no supe estar a la altura de lo que la situación me requería y cuando las cosas salen bien es porque el trabajo previo va por buen camino, luego sale el toro pero creo que esa parte previa es clave. Decía el maestro Emilio Muñoz: «un torero dispuesto siempre está bien». Eso resume mucho, puedes ser mejor o peor torero, tener un concepto u otro, pero la disposición depende de cada uno y luego ya vienen los demás factores pero primero tiene que estar bien uno consigo mismo.