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Todas las crónicas de los festejos taurinos del mundo

Todas las reseñas y crónicas del planeta taurino al instante y en un solo clic

Por Noelia Crespo | Fotografía Adrián Casado

El inicio de la tercera edición de la Copa Chenel se produjo en la coqueta plaza madrileña de Villa del Prado. Un ciclo de corridas en las que para la mayoría de los toreros presentes supone una oportunidad que no deben dejar pasar si quieren volver a reengancharse a las ferias. Así lo hicieron Juan del Álamo y Alberto Durán demostrando una buena versión de dos toreros que han regresado.

Juan del Álamo, el torero más veterano de una copa especialmente joven, fue el encargado de dar comienzo a la corrida saludando de manera templada a la verónica y por chicuelinas a «Espléndido – 4» de Pablo Mayoral. Acusando la fuerza, pero con clase y humillación, destacó Roberto Blanco en banderillas. Inteligente, inició su trasteo por bajo enseñándole y afianzandolo por derecho en tandas ligadas dejándole la muleta puesta. Al natural llegaron los momentos más puros y templados en muletazos de uno en uno verticales, llevándolo cosido en los vuelos con profundidad. Alargó ante un toro venido a menos que cada vez le costaba más pasar. Pinchazo y estocada caída.

Inválido y arrastrando las patas salió «Dormilón – 15 » de Monte La Ermita al que Juan del Álamo saludó por verónicas sin lucimiento por la condición del astado que acabó siendo devuelto. Como primer sobrero de la ganadería saltó «Agrimonia – 1», un toro anovillado de presencia al que el salmantino lanceó con buen trazo a la verónica y en un quite ceñido por chicuelinas. Inició sin probaturas al natural en los medios para estructurar una faena por ambos pitones templada y firme. Deslucido, pero con movilidad, hiló los mejores muletazos con la mano izquierda entendiendo que era el pitón más aprovechable. Se entregó con raza y oficio en un cierre por bernardinas ajustadas. Estocada entera.

Más fino fue «Madrugador – 40 », segundo de Pablo Mayoral, al que recibió con un buen manejo de muñecas a la verónica Alberto Durán. Toro con genio y con teclas que volteó a Julio López en banderillas. Comenzó a dos manos por alto y por bajo intentando someter y mandar sobre el santacoloma. En una corta distancia, con firmeza y poso logró por ambos pitones aguantar la falta de entrega e incertidumbre de la embestida del astado para ligar muletazos con temple, profundidad y personalidad. No acusó los años en el dique seco elaborando una faena importante que sólo emborronó con los aceros.

Nuevamente de poca presencia resultó el quinto de la tarde de nombre «Fumario – 35» de Monte La Ermita. Dejó su gusto y torería en un quite por chicuelinas muy templadas y ceñidas y sorprendió colocando el último par de banderillas con facilidad. Comenzó con personalidad un trasteo en el que alternó ambas manos para dibujar muletazos clásicos y con buen trazo. Resultó cogido de manera muy fea siendo trasladado a la enfermería. El zamorano dejó una buena imagen y con ganas de seguir viendo su buen concepto del toreo. Pronta recuperación.

De manera variada aunque sin mucho lucimiento recibió Francisco José Espada a «Atrevido – 56» de Pablo Mayoral. No supo entender la casta inicial del animal, faltandole mando y poder desde el principio, algo que acabó acusando durante toda la faena. No se entendieron ni logró acoplarse al pulso y distancia de un toro deslucido y venido a menos. Un horrible uso de la espada eternizo el trasteo y enfrió aún más al público que no conectó en ningún momento.

El cierra plaza resultó todo lo contrario a sus hermanos, muy serio y con cara saltó «Duermepoco – 6» de Monte La Ermita al que saludó valiente el madrileño. Encastado, con humillación y recorrido, comenzó su faena en varias tandas por el pitón derecho con oficio y conexión en el tendido. En un cambio de mano firmó un natural eterno que levantó al público. En lo mejor de la faena se sintió podido el animal comenzando a buscar las tablas tras dejar con la mano izquierda algún buen muletazo suelto aunque intermitente. La espada volvió a ser una odisea.

Ficha del festejo:

Plaza de toros de Villa del Prado (Madrid). Media plaza. Toros de Monte La Ermita y Pablo Mayoral: tocados de pitones, desiguales de presentación y juego.

Juan del Álamo (de caña y oro): Oreja y dos orejas.

Alberto Durán (de verde hoja y oro): Ovación y herido.

F.J. Espada (de coral y oro): Silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.

11/03/2023 1 comentario
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Por Noelia Crespo

Se presentó una tarde desapacible y lluviosa en el último festejo de Ciudad Rodrigo con reses de El Vellosino. Finalmente el tiempo respetó y se pudo despedir el Carnaval de manera triunfal con todos los actuantes cortando las dos orejas. Perera, Cayetano, Ureña y Navalón hicieron disfrutar a los farinatos ante un flojo y enclasado encierro.

Tras la tormenta y con el cielo clareando comenzó el último festival del Carnaval del Toro. Miguel Ángel Perera inició su faena por verónicas hasta los medios con temple. Comenzó su labor por alto intentando sujetar a un primer Vellosino justo de fuerzas. Basó su trasteo al natural, usando los vuelos de la muleta y llevándolo hasta el final despacio al ritmo del inválido astado. Por ese pitón llegaron las tandas más poderosas y profundas aprovechando la clase del animal. Estocada trasera y dos orejas.

Cayetano hizo al fin presencia en Ciudad Rodrigo tras no poder asistir el año pasado. Comenzó su trasteo con la capa variando en suertes sin mucho lucimiento. Inició sentado en las tablas por alto para después seguir toreando por derecho a un Vellosino con fijeza, pero con poca fuerza. Estructuró una faena aseada por ambos pitones, firmando las tandas más rotundas por el pitón derecho y dejando los mejores muletazos en los pases de pecho. Estocada trasera y dos orejas.

No pudo lucirse de salida Paco Ureña, aprovechando un quite a la verónica templado por el pitón izquierdo para dejar su impronta con el capote. Justo de fuerzas, aprovechó el son andarín del animal para firmar tandas puras, templadas y acopladas al natural. Echándole los vuelos y embarcando la enclasada embestida ligó tandas con suavidad. Se entregó el murciano y con poso logró por el pitón derecho hilarle varias tandas en redondo. Estocada le hizo guardia y dos orejas.

Samuel Navalón, triunfador del Bolsín, comenzó de rodillas pegado a tablas con varias largas cambiadas recibiendo un pitonazo en la cara. Ganas, querer y entrega demostró desde el inicio el novillero variando en suertes en el capote. Tras brindar a los tres matadores de toros, comenzó por alto sujetando las fuerzas del astado. Estructuró un trasteo basado en la mano derecha, ligando muletazos largos con firmeza y asentado. Estuvo muy dispuesto y entregado, aguantando momentos de apuro y consiguiendo el aplauso unísono de toda la plaza. Estocada tendida y golpe de descabello. Dos orejas y petición de rabo.

21/02/2023 0 comentarios
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El tercer día del Carnaval del Toro tenía como protagonistas a cuatro novilleros que se vistieron de luces para deleitar a todos los farinatos. Jarocho, quien debutaba con picadores, Valentín Hoyos y Víctor Hernández cortaron doble trofeo mientras que Jorge Molina paseó una oreja en una novillada desigual de Montalvo.

Víctor Hernández inició la tarde con un buen saludo a la verónica con temple y cadencia mientras la lluvia comenzaba a hacer presencia. Continuó deleitando a los mirobrigenses con la capa en un quite por tafalleras. Muleta en mano inició su trasteo por alto en los medios de manera torera. Asentado, firme y con mucho poso aprovechó la nobleza del animal por ambos pitones, dejando los mejores momentos por derecho en tandas ligadas y profundas. Disfrutó y demostró toda su capacidad ante el de Montalvo. Estocada trasera y dos orejas.

A la verónica se estiró Jorge Molina con el segundo Montalvo que perdió varias veces las manos. Muy justo de fuerzas, no terminó de lucirse en el quite por gaoneras. Pronto y con fijeza, ligó con la franela tandas al natural muy puras, echándole los vuelos y llevándolo ceñido y encajado hasta el final. Con la izquierda se alcanzaron las cotas más altas de la faena a pesar de las constantes caídas del astado. Demostró su oficio y temple en una faena larga que cerró en muletazos por alto. Estocada trasera y tendida.

En los medios y a la verónica comenzó Valentín Hoyos su saludo capotero con el capote. Tras el quite ajustado por chicuelinas y brindar a Diosleguarde, inició con la muleta en los medios sin probaturas con la mano derecha. Ante un novillo incierto y deslucido firmó los mejores muletazos al natural de uno en uno, echándole la muleta con mano muy baja, acoplándose y llevándolo largo. Se entregó en las postrimerías con la mano derecha en cercanías y finalizó al natural con pureza. Estocada trasera y dos orejas.

Roberto Martín “Jarocho” cerró la tarde en un día importante en su carrera. Su debut con picadores tuvo una piedra dura en el camino con un complejo novillo ante el que tuvo que tirar de firmeza y aguante. Recibió el primer susto en el capote con una fea voltereta. Se hizo cargo del tercio de banderillas colocando tres pares con los que conquistó al público. Inició por doblones ajustados, pegado a tablas y saliéndose hacia los medios con él. Tuvo que lidiar Jarocho con el desclasado y descompuesto cuarto de Montalvo en una faena digna y meritoria por ambos pitones. La estocada la hizo guardia y descabelló con acierto siendo premiado con dos orejas.

Incidencias:

Valentín Hoyos no pudo abandonar la plaza en hombros con sus compañeros a consecuencia de la cornada sufrida de 12 cm en el muslo derecho.

20/02/2023 0 comentarios
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Por Noelia Crespo

La llegada del domingo de carnaval es sinónimo de ilusión y oportunidad para los finalistas del Bolsín quienes se convierten en los principales protagonistas del festejo. Ante una cuajada, pero desigual novillada de Valrubio, dejaron detalles cada novillero en su concepto.

Serio y cuajado salió el primer Valrubio al ruedo mirobrigense al que recibió dispuesto y variando las suertes de capote Sergio Domínguez. Comenzó doblandose en la muleta intentando sujetar a un astado con muchas teclas que tocar. Desclasado y protestón, lo intentó por ambos pitones ligando tandas con dificultad y desluciendo los enganchones. No tuvo suerte el novillero extremeño quien mostró voluntariedad. Estocada en lo alto y oreja.

A la verónica saludó El Mene al segundo novillo de la tarde. Variado en suertes, destacó en el quite ajustado por gaoneras. El salmantino inició su trasteo por alto pegado a tablas saliendose con él hacia los medios. Aprovechó el recorrido, calidad y repetición del Valrubio para templar y ajustarse al natural alcanzando las cotas más altas de toreo puro en muletazos de uno en uno. Firme y dispuesto finalizó la faena por bernardinas y luquesinas con la plaza entregada. Se atascó con la espada y perdió los trofeos.

Se intentó estirar a la verónica Cid de María en el tercero de la tarde intentando sujetar al Valrubio en la capa. Tras brindar a Marco Pérez comenzó su faena pegado a tablas saliendo con él hacia los medios. Estructuró una faena inteligente por ambos pitones aprovechando la clase y nobleza del astado. Se entregó, disfrutó y se relajó dejando buenos muletazos, aunque le costó conectar con el público por la sosez del animal. Concluyó su faena en cercanías con susto incluido. Enterró el acero en el segundo intento. Oreja.

Con muchas complicaciones salió el último Valrubio con el que Manuel Tabernero no pudo lucirse con el capote. Con la muleta le costó al salmantino acoplarse a la incierta y descompuesta embestida del animal. Con la dificultad de intentar colocarse en cada muletazo por la condición del novillo, consiguió dejar algunos detalles del toreo puro que atesora. Dispuesto y meritorio, rubricó su trasteo con una estocada caída y oreja.

19/02/2023 0 comentarios
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