Ginés Marín ha pasado dos veces de urgencia por quirófano. Una al llegar al hospital y otra más esta misma mañana. La buena noticia es que la cornada para no haber afectado al nervio facial y el conducto de Stenon. Remitimos el último parte médico emitido sobre el diestro en el madrileño hospital de La Paz
“herida por asta de toro con entrada por mejilla derecha. En primera instancia sin sangrado aparente que posteriormente se manifiesta con sangrado profuso de arteria facial. Se revisa en quirófano, coagulando y ligando arteria sangrienta. Parece respetado el nervio facial y conducto de Stenon. Pronóstico reservado».
Ginés Marín resultó corneado durante la lidia al sexto toro de la tarde. Al comienzo de la faena de muleta el animal le derribó y en el suelo le lanzó un derrote a la altura de la mandíbula que le provocó una cornada de 5cm en esa región. La herida sangró profusamente. Tras su paso por la enfermería se emitió el siguiente parte médico:
«Herida por asta de toro en región mandibular derecha, con una trayectoria ascendente de 5 centímetros que produce destrozos en músculo masetero y contunde parótida y nervio facial. Es intervenido quirúrgicamente en la plaza de toros. Pronóstico reservado».
José María Manzanares se reencontró con Sevilla en esta segunda corrida de San Miguel, en la que pudo haber salido a hombros de no fallar con la espada en el segundo de su lote. De su muleta salieron los pasajes más artísticos y bellos de una tarde que se saldó con una oreja para el alicantino y una vuelta al ruedo para Alfonso Cadaval, que dejó muy buena impresión en el día de su alternativa. Morante estuvo dispuesto pero sin tener materia prima.
FICHA:
Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados y nobles, destacaron tercero, quinto y sexto.
Morante de la Puebla, silencio y ovación. Manzanares, oreja con petición de la segunda y vuelta tras dos avisos. Alfonso Cadaval, que tomó la alternativa, ovación y vuelta al ruedo.
La plaza casi se llenó.
COMENTARIO:
Morante de la Puebla recibió a su primero -segundo de la tarde- con lances genuflexos que fueron coreados por la plaza. En la muleta se encontró con una embestida a la defensiva que no fue apta para el toreo del de la Puebla. Lo intentó por ambos pitones pero no pudo haber lucimiento. Mató de media que fue suficiente.
Al cuarto lo recibió con el capote por los hombros primero y después con un ramillete de chicuelinas rematadas con media y serpentina que provocó la ovacion de la plaza. Comenzó la faena con compostura y buena disposición, pero el de Juan Pedro se acabó pronto. Las rachas de viento que se levantaron pusieron en apuros al torero, que decidió matar a su oponente y además lo hizo de buena estocada.
Manzanares estuvo a punto de lograr un importante triunfo en Sevilla. Toreó bien a la verónica al tercero y también se lució en un quite por chicuelinas. Cadaval entró en quite y dio dos verónicas y medía templadas. El toro llegó con nobleza a la muleta y Manzanares aprovechó para ligar una primera serie diestra. Cambió a la zurda y cuajó una buena serie templada y de gran estética que hizo sonar la música. Dio una más por ese pitón y volvió a la derecha para gustarse también por ahí en dos series que tuvieron temple y bonitos remates. Mató de buena estocada y se pidieron las dos orejas, que el presidente dejó en una.
En el quinto, Manzanares salió dispuesto a redondear el triunfo y templó bien en las dos primeras series, haciendo sonar la música. Molestaba el viento pero Manzanares se templó en una excelente serie al natural. Siguió otra con la derecha rematada de excelente cambio de mano y volvió a la zurda para seguir creciendo en una faena en la que se sintió a gusto. Tanto que quiso rematar una serie de rodillas, resultando volteado por fortuna sin consecuencias. Se recompuso y terminó con manoletinas que calentaron mucho el ambiente. Se empeñó en matarlo en la suerte de recibir y pinchó, perdiendo el triunfo para el que había hecho méritos.
Alfonso Cadaval toreó con limpieza de capa al toro de su alternativa, llamado Piripi, número 131 y de 570 kilos. Después de recibir los trastos de manos de Morante de la Puebla, Alfonso Cadaval brindó a su padre, César Cadaval, y comenzó la faena de muleta con torería en los muletazos iniciales. Después compuso bien con la derecha y también al natural con un animal que fue a menos, condicionando la faena. Dejó muestras de la buena impronta de su toreo y buenos detalles en una actuación seria que concluyó con media estocada, siendo ovacionado.
En el sexto dejó algunos lances estimables y templados a un toro huidizo. Morante hizo en este toro un quite de dos verónicas y una larga y Cadaval respondió con lances templados y media. Apostó fuerte en el inicio de faena con las dos rodillas en tierra toreando en redondo y calentando mucho. La primera serie fue ligada y tuvo muletazos de muy buen trazo y también dibujó algún natural bueno en la siguiente. A partir de ahí, y mientras el toro perdía algo de fuelle, Cadaval se adornó con torería en el remate de una faena muy templada. Pinchó antes de dejar una estocada y dio la vuelta al ruedo.
Calurosa ovación al romper el paseíllo que le brindó la afición a Emilio de Justo. Es su temporada y lo demostró en Madrid desde el inicio. A la verónica recibió al de La Ventana del Puerto y apretó en el caballo bien cogido por Germán González Cabrera. Duelo en quites entre el extremeño y Román por chicuelinas. Ya en faena el astado humilló, se desplazó con gusto y atendía a la firmeza y templanza de Emilio de Justo. Por el derecho vinieron los mejores pasajes. Al probarlo al natural se vino a menos la faena pero dejó una de las estocadas de la temporada que por sí sola valía una oreja. Petición mayoritaria y oreja. El cuarto resultó complicado por el derecho ya que tenía medio muletazo antes de derrotar, por el izquierdo imposible. A base de tesón, paciencia y templanza consiguió a final de faena, cerca de tablas, torearlo por el derecho con mucho gusto. Bernadinas ajustadas y otra estocada de libro que suponía la Puerta Grande de Las Ventas. Oreja.
El segundo resultó incierto de salida y ya en la muleta sacó peligro al levantar la cara a mitad del muletazo y parar en seco su embestida a mitad de cada pase. Román estuvo valiente aguantando las dificultades y en un derechazo lo levantó y le propinó una tremenda paliza. Se levantó para ligar una última por el derecho y cerrar por manoletinas. Dejó una entera atravesada que hizo guardia y saludó ovación. El quinto fue un astado con 678kg ante el que de nuevo demostró su valía y valor. Estatuarios de comienzo y ni un paso en falso ni duda ante un astado al que le pesaron los kilos y no transmitió. Estuvo desacertado con los aceros.
Ginés Marín dejó de salida con el buen tercero un artista recibo capotero a la verónica. Enfibrado y dándole distancias citaba al de Puerto de San Lorenzo que se arrancaba de lejos. El toro, Ginés y la faena a más. Dos tandas con largura por el derecho y al natural rompió del todo Madrid con el extremeño. La templanza de Ginés fue la clave para que toro y torero brillaran y vibrara Madrid con ante una faena que hubiera tenido premio si llega a entrar la espada. Dejó una media que necesitó del descabello y tras el que dio una merecida vuelta al ruedo. El sexto pegó un derrote en los comienzos de faena que acabó con el torero en el suelo siendo herido en el rostro y trasladado de inmediato a la enfermería.
16.827 espectadores
Saludaron en banderillas Ángel Gómez y Pérez Valcarce en el 4º y Jesús Díez «Fini» y Manuel Izquierdo en el 6º.
Fortes resultó dramáticamente cogido en el quinto de la tarde. El malagueño se tiraba a matar ante el manso sobrero de Conde de Mayalde que lo prendió y se ensañó con el torero cuando este caía al suelo y quedaba a merced del astado. Se vivieron segundos de angustia en la plaza cuando el pitón del animal viajaba a través de la chaquetilla del espada y se enseñaba con él en el suelo.
Afortunadamente se libró de la cornada y queda pendiente de estudio radiológico.
Bien formado el primero de la tarde de Victoriano del Río. Salió al quite Alejandro Talavante y replicó con gusto a la verónica Pablo Aguado. Brindó al público el toro de su confirmación el sevillano. Un astado que se vino a menos a medida que avanzó la faena. Noble pero faltó de fuerza. Pablo Aguado se mostró solvente sobre la mano derecha, fijando al animal en la muleta. Sobre la izquierda tuvo poco el animal, que miró en varias ocasiones al espada. Estocada y ovación.
Quitó por chicuelinas Fortes al segundo de la tarde un ejemplar flojo de presentación protestado de salida. Talavante cuajó al animal en el último tercio de la fsena, dónde destapó el tarro de las esencias. Toreo puro, mirando a los tendidos, cuajando al animal sobre la zurda. Pinchó antes de dejar una estocada mal colocada. Ovación.
Interesante faena la que planteó Fortes al tercer toro del festejo. Toreo intenso, con muletazos largos, con ese toque personal propio del malagueño. Los matices marcaron la lidia de este animal que un público muy frío no vio. Colocó mal el acero siendo silenciado.
Monumental bronca al palco en el cuarto pasaje de la tarde. El presidente desoyó la petición ante un animal totalmente inválido. Trató Talavante de sacar algún muletazo al animal pero no hubo opción. Mal con los aceros. Silencio y de nuevo gran bronca al presidente.
El quinto fue devuelto por inválido, saliendo en su lugar un castaño salpicado de Conde de Mayalde. Tampoco fue un toro de opciones el sobrero que se amilanó en las primeras tandas quedando amorcillado a mitad de la lidia. Cobró una escalofriante cogida al entrar a matar, pasando los segundos como si fuesen siglos. Terrorífico. Intentó quedarse en el ruedo pero tuvo que ser trasladado a la enfermería. Descabelló Talavante a su oponente.
Una oreja de ley arrancó Pablo Aguado al toro que cerraba la tarde. Un toro noble al que le faltó fuerza, pero que sirvió en la muleta del sevillano. Faena con sabor añejo, con naturales largos, de buen trazo que convencieron y encendieron Madrid. Sobre la diestra reunió, llevando al astado cosido en la muleta. Se tiró de verdad a matar dejando una gran estocada. Oreja.
El portugués y Ángel Jiménez fueron los más destacados en Sevilla
La séptima novillada de abono, planteada como arranque de la Feria de San Miguel y novillada de triunfadores de la temporada, ha tenido contenidos interesantes pero no se han materializado en orejas. El que más cerca ha estado del triunfo ha sido el portugués Juanito, que dio una vuelta al ruedo en el quinto de la tarde. Gustaron sus formas y las del astigitano Ángel Jiménez y también estuvo correcto Francisco de Manuel, aunque este último con problemas para conectar con el público.
FICHA:
Se lidiaron novillos de Talavante, bien presentados y de desigual comportamiento.
Ángel Jiménez, silencio y ovación. Juan Silva ‘Juanito’, ovación y vuelta al ruedo. Francisco de Manuel, silencio y silencio.
COMENTARIO:
Ángel Jiménez recibió al primero a portagayola y estuvo entonado de capa. Brindó al público y dio dos series con la derecha antes de que el jabonero de Talavante se rajara. Además tuvo su complicación el novillo, sobre todo por el pitón izquierdo, impidiendo mayor lucimiento y poniéndolo en peligro. Mató de estocada.
En el segundo de su lote, Jiménez comenzó con torería la faena con muletazos por alto que calentaron el ambiente. La primera serie con la derecha y la segunda fueron ligadas e hicieron sonar la música. Por el izquierdo al novillo le costó más y Jiménez fue desarmado, cortando el ritmo de la faena. Dejó pinchazo hondo que fue suficiente. Fue ovacionado.
Juanito brilló en el recibo capotero del segundo de la tarde, con buenos lances y bonito remate. Comenzó con quietud la faena de muleta, mostrando su buen concepto. Un inoportuno desarme emborronó la primera serie pero en las siguientes se mostró muy seguro y por encima de un novillo que se dejó pero al que le faltaba transmisión. Sobresalió una al natural.
Juanito se fue a portagayola en el quinto y después se lució a la verónica, siendo ovacionado con fuerza. De nuevo comenzó la faena con buenas maneras toreando por bajo con una rodilla en tierra. Siguieron dos buenas series con la derecha de mano baja y temple que arrancaron la música. Por el izquierdo el novillo tuvo menos celo y comenzó a pararse cuando Juanito volvió a la diestra. Terminó con circulares y bernardinas, mató de pinchazo y estocada y dio la vuelta al ruedo.
Francisco de Manuel comenzó muy templado la faena de muleta al tercero de la tarde toreando con la diestra en dos buenas series. También al natural dio una buena serie a la que faltó eco en el tendido. En la siguiente por ese lado se quedó más corto el novillo y De Manuel siguió para culminar una labor de firmeza y seguridad que no llegó conectar. Mató de pinchazo y estocada estocada. Silencio.
El sexto manseó de salida y no permitió lucimiento con el capote. Francisco de Manuel brindó al público y comenzó toreando con la derecha largo a un novillo que embistió bien por ese lado. Por el izquierdo se defendió más el animal y el madrileño siguió intentándolo hasta apurar todas las embestidas.
Pepín Liria precisó de atención médica tras pasaporte al tercer toro de la tarde, que le infligió una herida en la región frontal de la cabeza que no le impidió seguir y conseguir la épica en la tarde de sí despedida.
‘Herida incisa en la región frontal de la cabeza, que precisó de 4 puntos de sutura’
Pepín Liria ha hecho historia y ha redondeado una tarde para el recuerdo en su despedidas de los ruedos al cortar cuatro orejas y un rabo, con indulto incluido de un toro de Santiago Domecq, en la plaza murciana de Abarán. También El Juli estuvo a gran altura y acompañó a Liria y al mayoral de Santiago Domecq en la salida a hombros como culminación a una corrida que quedará grabada en la memoria de los aficionados que la presenciaron.
FICHA
Se lidiaron seis toros de SantiagoDomecq, de buen juego en general, destacando el quinto, indultado, y el tercero, premiado con la vuelta al ruedo.
Pepín Liria, oreja, dos orejas tras aviso y dos orejas y rabo simbólicos. El Juli, una oreja, una oreja y dos orejas.
La plaza se llenó.
Pepín Liria pasó a la enfermería en el intermedio del festejo, recibiendo puntos de sutura en el frontal derecho.
CRÓNICA
La plaza de Abarán se llenó para compañar a Pepín Liria en su despedida de los ruedos y le recibió coreando su nombre y obligándole a saludar después del paseíllo. Él correspondió a tan caluroso recibimiento con una actitud que ya se puso de manifiesto en el primero de la tarde, al que recibió con una larga cambiada de rodillas, verónicas y bonitos remates. La plaza se volvió loca. Inició la faena por alto, siguieron dos tandas en redondo y lo mejor llegó al natural, con algunos excelentes. También hubo dramatismo al ser cogido al citar de espaldas rodillas en tierra, solucionándose el susto con unos puntos de sutura. Un pinchazo previo a la estocada dejó el premio en una oreja.
Las dos le cortó al noble tercero, al que lanceó con buen aire a la verónica. Pepín lo bordó en el inicio de faena y cuajó una labor muy completa que entusiasmó a los suyos. Fueron dos orejas de peso a un toro que fue premiado con la vuelta en el arrastre.
Pero lo mejor estaba por llegar. Y llegó en el último toro de su carrera. Lo recibió a pies juntos Liria, con un capote pintado por el artista local Luis Fernández, brindó a su hija María y cuajó de principio a fin a Jabato, número 23, al que terminó por perdonarle la vida en medio de una auténtica fiesta de toreo y emociones. Pepín bordó el toreo al natural y conectó con fuerza inusitada con los tendidos de principio a fin. La plaza gritó al unísono ¡Pepín, Pepin! Y el torero siguió toreando hasta que el presidente asomó el pañuelo naranja. Indulto y toro que volvía al campo a los sones del himno de España.
El Juli no fue un convidado de piedra, sino que respondió como la figura que es a los triunfos de Liria. Lo mejor lo hizo en el sexto, al que ejecutó un quite por lopecinas y comenzó su faena con las dos rodillas en tierra toreando en redondo. Entendió muy bien al toro, que colaboró, y realizó una gran faena que valió dos orejas. Había cortado una más del segundo, un toro con su complicación al que tapó mucho, y otra del cuarto, al que toreó con gusto y verticalidad en muchos momentos. La tarde terminó con él, Pepín y el mayoral a hombros por la Puerta Grande. Un día para la historia.
Paco Ureña causará baja en la segunda tarde de abono de la localidad madrileña de Las Rozas al continuar convaleciente del gravísimo percance en el ojo. La empresa Lances de Futuro ha designado al valenciano Román para suplir la baja del murciano.
El cartel queda finalmente conformado del siguiente modo: Toros de la ganadería de Torrestrella para: Juan Bautista, Román y Luis David Adame