Era un secreto a voces que Javier Jiménez iba a abrir la puerta grande de la monumental de Madrid, era cuestión de tiempo. Sin lugar a dudas el de Espartinas atraviesa el mejor momento de su carrera y aprovechó su comparecencia en Las Ventas para reivindicarse.
Se cumplió aquella frase tan torera que dice » A los toros no se va a divertirse, a los toros se va a emocionarse » y lo logró ayer Javier Jiménez y un gran encierro de Antonio Bañuelos. Fue obligado el mayoral a saludar al finalizar el festejo.
Con gusto y torerÃa toreó el de Espartinas al primero de su lote, toro exigente y a la vez con buen fondo. Javier Jiménez lo entendió a la perfección y fueron todo facilidades lo que le puso el torero, fijeza, colocación, cargando siempre la suerte… Todo para lograr tandas de grandÃsima importancia sobre ambas manos, primero sobre la derecha y luego al natural. Firme el torero que redondeó su actuación con una gran estocada que le valió su primera oreja de la tarde.
Cumbre se mostró ante el sexto, un grandÃsimo toro de la ganaderÃa de Antonio Bañuelos que recibió una aplastante ovación en el arrastre. Por ambos pitones sacó tandas y muletazos el sevillano, derechazos, naturales, trincherazos, pases de pecho… Un auténtico vendaval de torerÃa y estética, muletazos que parecÃan sacados de carteles de ilustres pintores de pincel fino, un auténtico lÃo el que montó el joven toreo Javier Jiménez. Coronó de nuevo la faena con una certera estocada, cortando un nuevo apéndice, tocando el cielo al atravesar la puerta grande de la monumental del toreo, Las Ventas.
Javier Jiménez paseando su primera oreja de la tarde junto con la camiseta del REAL BETIS
Imágenes: Juan PelegrÃn.