Protagonizó un emocionante tercio de varas con tres puyazos el segundo de Valdellán. Llegó a la muleta de Castaño con mucho motor y repetición, lo que le permitió firmar dos tandas de mucho peso con la diestra, que precedieron al momento álgido del trasteo, con una serie de naturales sublime. Destacaron tres muletazos largos, con la figura reposada, que llevaron la locura al tendido. Dejó una estocada caÃda tras pinchazo y el premio quedó en una vuelta al ruedo.