Por David Ferrer
Conozco a una persona que, al vivir sola, no le apetecÃa ese rollo de aprender a cocinar. Muy comprensible. Durante unos cuantos años se alimentó de cómida rápida, de precocinados del supermercado y de picoteos varios. DecÃa que estaba sano y en verdad su figura esbelta no atestiguaba para nada su deficitaria alimentación. Un dÃa un amigo le invitó a comer a casa de su madre para que le ayudara en unos trámites en los que era experto. De menú: unas sencillas lentejas y un estofado. El de la comida rápida se pasó semanas valorando ese manjar y ponderando que ni en el más caro de los restaurantes Michelin se comerÃa igual. Pero no pidió la receta y siguió comiendo igual, con el recuerdo de unas humildes y sabrosas lentejas.Â
Algo parecido le pasa al aficionado a los toros de hoy. Está aburrido de toros precocinados: iguales, bonancibles, a veces mansos o a veces descastados, corretones y animosos al principio pero que se vienen abajo en el tercio de muleta. Apetitosos como unas albóndigas envasadas del hipermercado. Y de vez en cuando en una plaza de segunda o de tercera sale el equivalente de unas lentejas bien hechas y caseras. Nada del otro mundo. Un toro que humilla, que se mueve, que se reboza codicioso en la muleta hasta el final. Y muy pronto el que ha pagado la entrada quiere ser testigo de algo histórico, de algo que contar entre una debacle de toros sin fondo ni calado. Y a ese toro adecuado, normal, repetidor y bravo, se le otorga el indulto.
En poco más de una quincena hemos sabido de al menos seis indultos, y seguro que alguno me dejo: Escribano en San Roque un FuenteYmbro; en su triunfal despedida, El Juli salvó la vida de un ejemplar de Garcigrande en Gijón; El Fandi indulta a un toro de Garzón en Sabiote, un pueblo de Jaén; Roca Rey uno de Santiago Domecq en Antequera; en la corrida magallánica de Sanlúcar, Esaú hizo lo propio con Guineo, de Miura; El Cid en Tarifa un ejemplar de Fuente Ymbro.
¿Son merecidos estos indultos? ¿Somos los aficionados como ese comensal al que un buen guiso casero le parece un plato gourmet? HabrÃa que ver caso por caso. Solo puedo juzgar personalmente los dos ejemplos que he podido presenciar por las retransmisiones de Canal Sur: excelente y por encima del matador el Miura de Sanlúcar, de indulto merecido; un gran toro el FuenteYmbro de Tarifa al que hizo brillar un experto y meritorio torero como es El Cid, pero con un premio algo excesivo. Lo cierto es que la Fiesta anda algo triste, mortecina, simplona, digerible como unos macarrones de «calentar y listo» del Lidl. Y es tal el desánimo que hasta las patatas con rabo de la abuela son un lujo.