La retirada de Alberto López Simón pone punto y final a la trayectoria de un torero de Madrid. Un jovencÃsimo espada que tocó la gloria de la fiesta, llegando a salir hasta en cinco ocasiones por la puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas.
La carrera de López Simón le ha llevado por los derroteros de la lucha, la gloria y los bajos fondos de la fiesta. Ha sido capaz de lo mejor y de lo peor, pero siempre respetándose a sà mismo como torero y como persona.
Hay que tener mucho valor para hablar como lo ha hecho López Simón sobre su retirada. Ha rehuido los tópicos y sin entrar en polémicas. Se marcha un torero querido por la afición y respetado por sus compañeros.
«Con el tiempo y, a medida que disfrutaba de la magia de este animal, también conocà toda esa parte que va ligada a esta profesión y que tan alejada está del significado y verdad que representa para mi el toro bravo» añadiendo: «Es por ello que mis ilusiones y motivaciones han ido menguando hasta llegar a un punto que, a dÃa de hoy, no me veo con la fuerza ni ilusión necesarios para seguir entregando mi vida a este magnÃfico animal. Por eso digo adiós, porque no puedo defraudarme a mi mismo, pero sobre todo no puedo defraudar al toro«.Â
También ha tenido espacio para acordarse de cada uno de sus compañeros, cuadrilla y, por supuesto, aficionados. Para todos ellos el madrileño ha querido mostrar su agradecimiento de manera pública, consciente del apoyo que ha recibido: «Muchas gracias a todos los que me han apoyado desde mis inicios y a cada uno de los aficionados que me han seguido y mostrado su cariño«.
En silencio, sin temporada de despedida, con vergüenza torera. Hablando desde el corazón en una preciosa carta que puedes leer al completo haciendo clic en el link: Alberto López Simón cuelga el traje de luces