Al término del festejo, una pregunta rondaba la cabeza a muchos aficionados ¿DeberÃa haber salido Alejandro Talavante detenido de la plaza de Las Ventas? La respuesta, aunque jugando con el reglamento y explorando las lÃneas grises, es que no.
El extremeño no se negó a dar muerte a la res como está estipulado, ya que entró a matar y fue en el momento en el que debÃa descabellar cuando se guardó en el callejón. Este ha sido un caso prácticamente idéntico a la corrida de Adolfo MartÃn en el año 2001 cuando José Tomás dejó marcharse vivo al animal a corrales tras sonar los tres avisos.
Situación diferente a la de Curro Romero en 1987, cuando sà salió bajo la autoridad de la PolicÃa Nacional para ser trasladado hasta dependencias policiales y levantar el atestado.