“Cornada en la cara interna de muslo derecho de 25 centÃmetros, con trayectoria descendente y posterior debajo de triángulo Scarpa con extensa afectación del vasto interno del cuádriceps y sangrado de safena y de rama de femoral superficial. Se procede a clanpaje de femoral superficial y sutura de la safena interna de derecha. Se traslada al paciente intubado y senoanalsegiado al Hospital ClÃnico de Valladolid, hemodinámicamente estable. Pronóstico muy graveâ€. Esto era lo que rezaba el escalofriante primer parte médico nada más conocer el alcance y la gravedad que revestÃa el percance sufrido por Manuel Diosleguarde a la hora de entrar a matar a “Caminante -16†de Cebada Gago.
Rápidamente en el ruedo se supo de la seriedad de la cornada. El muslo y semblante del torero salmantino hablaban por sà solos. La plaza se enmudeció, todos con el corazón en un puño sabedores de que por la puerta de la enfermerÃa acababa de entrar un joven torero con un torrente de sangre manando de su cuerpo. Rozó la tragedia, todo ello después de cuajar probablemente su mejor faena como matador de toros, ¡qué injusto! Y es que, hace apenas un mes que Manuel tomó la alternativa en Santander, y desde entonces tan solo cuatro corridas de toros – incluyendo la de Cuéllar – era su corto bagaje, pero más que triunfal. Contaba todos sus festejos desde entonces por triunfos de puerta grande, algo realmente sorprendente por su corta experiencia delante del toro, pero sin duda eso reafirma que el diestro charro tiene algo diferente a los demás, o que por lo menos, va a dejarse la vida por llegar a ser alguien importante en este mundo. Por desgracia, pronto ha pagado el bautismo en sangre de llegar a ser figura del toreo, y aunque puede dar gracias de sentirse vivo, no me cabe duda de que Manuel volverá a ponerse delante del toro con la misma verdad y entrega.
Los segundos que estuvo prendido del pitón fueron tan interminables como las seis horas eternas de quirófano con la arteria y vena femoral partidas. Agradecimiento eterno a todos los médicos, a los autores de estos milagros, sois ángeles de la guarda para los de luces. Manuel, volverás pronto, el toreo y los aficionados te esperamos porque todavÃa te queda mucho por decir en este mundo. Fuerza y pronta recuperación.