«Dicen que este Ãngel Téllez es bueno» decÃa un aficionado antes de comenzar la tarde, mientras que su compañero de abono le contestaba «pues habrá qué ver». ¡Anda qué sà vimos! el toledano convirtió Madrid en un manicomio. Delirio absoluto en los tendidos con el espada borracho de toreo.Â
Figura erguida, los pies mirando a los pitones, descomponiendo la figura, la cintura desmayada… El toreo en su máximo esplendor. Tarde pletórica de Ãngel Téllez, que puso todos los tendidos de acuerdo con un toreo exquisito, puro, sin miramientos, sólo con la verdad; con su verdad.
La faena al tercero de la tarde fue admirable, entrega absoluta del torero que se vacÃo por dentro, mostrando una dimensión total, desnudando el alma y abandonando el cuerpo. Soberbio sobre la diestra y exquisito sobre la zurda, con detalles que comenzaron a dejar afónico a más de uno en el tendido. Un pinchazo previo a la estocada ensució en cierto modo, una faena de oreja y media que dirÃan algunos. Aunque a ver quién se atreve a cuestionar esta oreja después de otros trofeos en esta feria. Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Cuando parecÃa estar vendido el pescado y el festejo llegando al ocaso, llegó el éxtasis de Ãngel Téllez . Sà en el tercero se vació, en este último se exprimió hasta el punto de saltar lágrimas en los tendidos. Las estructuras de la plaza temblaron al son de los olés. Sobrecogedora manera en la que Madrid se entregó, poniendo música a una faena para el recuerdo. Todo el mundo se puso de acuerdo durante la lidia, cruzando pitones, plantando las zapatillas, estirando la muleta y sacando la femoral. IncreÃble. Desatado el toledano que conquistó Madrid con su verdad ¿Por qué no viniste antes Ãngel?Â
Con la tarde de hoy, Téllez se coloca como triunfador indiscutible del serial pero, más importante aún, se sitúa como valor emergente y torero a tener muy en cuenta en lo que resta de temporada y el próximo curso. Llegar es difÃcil, para mantenerse en figura es sólo para los elegidos. Ãnimo Ãngel, el primer peldaño ya está escalado.Â