La tarde que abrÃa la temporada sevillana, vino marcada y condicionada por el papel de las reses de Juan Pedro Domecq. La divisa sevillana ofreció un juego muy pobre, siendo devueltos dos de los animales y sin dar ninguna opción a los toreros.Â
Morante de la Puebla dejó detalles de torerÃa, con un toreo personal y sentido. Los mejores momentos surgieron frente al segundo sobrero de Virgen MarÃa, arrancando la faena con el brazo en las tablas. Marca de la casa. Ovación y silencio.Â
Juan Ortega lució el capote en ambos toros, rompiendo los olés en el primero de su lote. Con la muleta, no pudo levantar la tarde, dejando detalles sueltos de torerÃa. Ovación y silencio.Â
Tampoco tuvo suerte en su lote Pablo Aguado. Se topó con dos animales sosos, faltos de fuerza. Esfuerzo serio del sevillano, que dejó los mejores momentos de la tarde en el quite reglamentario de Morante y en la respuesta de Pablo Aguado.Â
En el apartado ganadero, Juan Pedro Domecq dejó un petardo bárbaro en el coso del Baratillo. Sà bien los animales tuvieron nobleza y clase, la fuerza brilló totalmente por su ausencia. Tarde de decepción en Sevilla y serio toque de atención de la afición al ganadero, pitando todos los animales y con varias broncas a lo largo de la tarde. Para replantearse muchas cosas…