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Un soberbio Manzanares conquista Valencia

escrito por Álvaro Solano 22/07/2017

Abrió la tarde un animal serio, bien presentado, que embistió pronto y repitió en la muleta de Sebastián Castella. Basó en el temple la faena el francés que cuajó una faena notable en su conjunto, destacando varias series al natural. Mató de una estocada mal colocada pero efectiva cortando la primera oreja de la tarde.

El que hizo de segundo fue un animal flojo y descastado que no permitió lucimiento a José María Manzanares. Lo intentó el torero de Alicante que abrochó su actuación con una media estocada.
Cuajó tanto en el capote como en la muleta Ginés Marín al primero de su lote, un animal que fue de más a menos rajándose pronto. El extremeño instrumentó una faena basada en la ligazón y el toreo profundo de gran sabor. Con el toro venido a menos se metió en los pitones del animal y toreó en las cercanías. Mató de un espadazo y el palco le negó una oreja fuertemente pedida por el público.
Lo mejor de la faena de Sebastián Castella fue el comienzo de la faena de muleta por cambiados por la espalda ya que el animal fue perdiendo fuerza y terminó por embestir de manera muy descompuesta. No pudo tomar forma la faena por la condición del animal. Firme el diestro galo.
Soberbio José María Manzanares frente al quinto de la tarde, un animal codicioso, con entrega y movilidad. El alicantino sacó su mejor versión toreando profundo, dispuesto, estético y de verdad. Sobre la mano izquierda mostró maestría, pureza y temple. Soberbio final de faena con un trincherilla, un molinete y un pase del desdén. Remató con un espadazo recibiendo que le valió para desorejar al animal y rendir a Valencia.
De nuevo el palco privó a Ginés Marín de tocar el cielo en Valencia. Faena de más a menos frente a un animal noble, que humilló y que repitió en la muleta de Marín. Cuajó al animal sobre ambas manos, toreando despacito y muy profundo. Destacaron los pases de pecho parando el tiempo. Tumbó al animal de un espadazo arrancándole una oreja y quedando la segunda en una fortísima petición.
Imagen: Rullot / Aplausos
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