Por Noelia Crespo
Si me preguntaran qué nota le doy al San Isidro recientemente presentado, os dirÃa que un notable, es decir, aquella calificación que supera el aprobado con creces, pero que no alcanza la excelencia.
Este pasado lunes se hicieron, al fin, oficiales las combinaciones del regreso del serial isidril a la primera plaza del mundo. Con sus luces y sombras en cuanto a los carteles presentados, hay que destacar lo necesaria y beneficiosa que puede llegar a ser un gala de presentación como la realizada. Todo un acierto, puesto que al toreo hay que otorgarle la categorÃa que realmente merece en la sociedad actual – eso sÃ, el próximo año busquen nuevos presentadores, por favor -.
Del 8 de mayo al 5 de junio, 24 corridas de toros, 3 novilladas picadas y 2 corridas de rejones componen una feria en la que, a priori, deberÃa haber varios “no hay billetesâ€. El regreso de Alejandro Talavante con cuatro tardes, la presencia de Morante de la Puebla en un año especial, la vuelta de Emilio de Justo y Ginés MarÃn, últimos triunfadores de la campaña pasada, Diego Urdiales, Juan Ortega, Pablo Aguado, entre otros, componen una interesante feria.
Destacan las ausencias de Miguel Ãngel Perera, y sobre todo, de Diego Ventura, máxima figura del rejoneo ninguneada por la empresa. El pésimo trato al último triunfador de San Isidro, Paco Ureña, con tan sólo una encerrona, o a David de Miranda es otro de los puntos negativos de la feria, mientras que hay toreros con varias tardes sin mérito alguno. Positivamente, destaca la gran cantidad de confirmaciones o alternativas, en una clara apuesta por la juventud y el futuro con toreros de mucha proyección.
En el apartado ganadero, el dominio del encaste Domecq y la ausencia de la semana de carácter torista es lo más comentado. Por último, resaltar que presentar un cartel sin conocer el eje de la fiesta es realmente vergonzoso. El toro bravo es el rey, sin él no hay fiesta, recuérdenlo. Suerte a todos.