La primavera… Esa estación tan esperada y deseada siempre en el campo bravo, pero que este año ha sido muy diferente. La naturaleza, que siempre se ha dicho que es sabia, ha regalado una de las mejores primaveras que se recuerdan justo cuando los ganaderos más lo necesitaban.
Como un regalo del cielo, caÃan esas lluvias tan precisas para que el verde del campo pudiese alimentar a todos esos animales que iban a quedarse en sus fincas tras la imposibilidad de poder lidiarse. Un verde esperanza que cubrÃa las dehesas para ayudar a quienes van a tener que hacer unos esfuerzos enormes para mantener vivo al animal más bello de cuantos existen. Esfuerzos que sólo están dispuestos a hacer aquellos que de verdad aman al toro bravo.
Desgraciadamente el confinamiento nos ha impedido inmortalizar esta primavera, pero les dejamos estas imágenes que queremos que sirvan de homenaje a todos esos luchadores incansables, los ganaderos.
¡GRACIAS!
Por Ricardo Fuertes, de Vida de Bravo
Imágenes: Nacho Blasco