Los aficionados mexicanos han contestado con solvencia a las amenazas planteadas desde los diferentes estamentos de la sociedad de esta ciudad. Tras dÃas de inestabilidad y con riesgo de no celebrarse de nuevo actividad taurina, el lleno hasta la bandera ha sido la réplica contra las actividades que pretenden censurar la actividad taurina.
De nuevo un lleno que confirma la vitalidad y la actitud de la afición. Tras la prohibición que imperó durante largos meses, el regreso de la actividad taurina se saldó con un lleno total, al igual que ha sucedido en esta segunda ocasión.
Una vez más, la mejor defensa de la tauromaquia es la asistencia a la plaza. Contra los que defienden que nadie acude a ver los toros… miles y miles y miles de almas abarrotaron los tendidos de La México. Olé por ellos, olé por la fiesta brava.