Juan del Val ha sido protagonista de la actualidad taurina en las últimas semanas. El escritor y periodista es un buen aficionado a la tauromaquia, además de ser un férreo seguidor del matador de toros Juan Ortega. Prueba de ello fue su actuación en Jaén, cuando sacó en volandas al diestro sevillano después de una memorable tarde en la que cortó dos orejas.
DÃas después de servir como capitalista en el coso jienense, Juan del Val atendió la llamada de David Casas en Espacio Toro. Una pieza en la que el escritor madrileño volvió a hacer gala de una fuerte afición a la fiesta de los toros: «Yo lo que soy es aficionado a los toros. Todo lo demás, realmente es secundario. Siempre lo he compaginado como no puede ser de otra manera, porque forma parte de mi vida, es mà pasión y como tal lo llevo«.Â
Preguntado acerca de Juan Ortega, se deshace en elogios para el que es su amigo, además de uno de sus toreros predilectos: «Era el final de una temporada. Un año en el que yo creo que a Juan le ha ido muy bien, en la que nos ha hecho disfrutar muchÃsimo. Le he podido seguir bastantes tardes este año, le he visto faenas grandiosas«. Del Val saltó al ruedo al término del festejo en Jaén para sacar en volandas a su torero, en unas imágenes que han dado la vuelta al mundo: «En Jaén quise celebrarlo de esa manera. Era una manera de mostrarle por una lado mi amistad y por otro, mi admiración como torero. Decidà hacerlo. Le hizo ilusión y a mà muchÃsima«.
Unas imágenes que se hicieron virales tanto en redes sociales, como en diversos medios de comunicación y tertulias. Juan del Val, con un sólo gesto, fue capaz de colocar imágenes de un festejo en televisión y prensa escrita. Fiel a su afición, no oculta sus gustos a la opinión pública, siendo en muchas ocasiones un referente en la divulgación y defensa de la fiesta brava.
Cerraba su intervención en Espacio Toro bromeando acerca del pago por actuar de capitalista: «Luego no me dio nada, llegué al hotel, hablé con el mozo de espadas… pero no me dio nada«. Unas palabras que desencadenaron las risas de quiénes se encontraban realizando el programa en los estudios de la radio pública. Antes de colgar el teléfono, quiso volver a destacar la grandeza del espectáculo taurino, confirmándolo como único en la sociedad actual: «Yo creo que en el mundo del toro hay lo que no hay en ningún otro espectáculo«.