La cogida que sufrió Andrés Roca Rey en Santander pudo ser mortal. El peruano fue prendido de manera dramática por el toro de Bañuelos, quedando colgado en la testuz del animal, entre los dos pitones. Sà bien, a falta de algunas pruebas médicas, todo ha quedado en susto con diferentes magulladuras y una preocupante rodilla izquierda.
Sin embargo, sà la cogida hubiese sido producida por un animal con los pitones más cerrados o el asta se hubiese desviado unos centÃmetros, las consecuencias podrÃan haber sido fatales. En ese caso, la herida se habrÃa producido en el tórax o en la cavidad abdominal lo que eleva sobremanera la gravedad del mismo.
Además, el fortÃsimo golpe contra las tablas y la presión ejercida por el animal contra las mismas, hubiesen terminado de poner la gravedad del percance. Gracias a Dios, en el dÃa del Apostol Santiago, llegó el milagro y el animal no logró hacer carne.
Roca Rey, que fue prendido hasta en dos ocasiones, volvió en ambas a la cara del astado, a sabiendas de lo que habÃa podido pasar. Roca Rey cruzó ayer la lÃnea que separa la vida de la muerte. Una lÃnea que muy pocos pueden cruzar y de la que aún menos, pueden regresar.