La entrega no se negocia debió pensar Paco Ureña al trenzar el paseÃllo en Las Ventas. Tarde de esfuerzo absoluto, de no dejarse nada en el hotel y volver vacÃo al mismo.
Tras la fuerte cogida que sufrió en el primer de su lote, el torero de Lorca decidió seguir lanzando al aire la moneda. Prueba de ello es la manera en la que se tiró a matar, sin miramientos, sin buscar facilidades.
Sin ninguna ventaja, el pitón llegó a entrar dentro de la chaquetilla, rozando el cuello y viviendo momentos de verdadera angustia… Pero asà es Paco, un torero entregado a su profesión.