Curro Javier y Javier Ambel no requieren presentación en Madrid. Dos de los subalternos más codiciados que valen, sin lugar a dudas, su peso en oro. Una tarde más, en Las Ventas, tuvieron que salir a saludar una atronadora ovación.
La lidia al cuarto de Ambel fue exquisita. Haciendo todo por el animal, administrando cada capotazo y cuidando la embestida del astado de Victoriano del RÃo. Un esfuerzo que le valió para que sonase el «olé» roto de Madrid.
Curro Javier, por su parte, dejó dos importantÃsimos pares con los rehiletes. Reunió en la cara del animal, asomándose al balcón sin rehuir las complicaciones que propició el astado.
Nueva tarde de verdad absoluta de dos torerazos de plata. Dos hombres que saben y entienden lo que significa su labor, haciéndola más grande cada dÃa.