José Antonio Morante de la Puebla ha confirmado en La Maestranza su condición de torero único e irrepetible. Su tauromaquia ha alcanzado en el coso del Baratillo una cota absolutamente irracional, trascendido el propio intelecto, elevándolo por encima de los sentidos.
Morante de la Puebla ha dejado patente que no es un torero de época, que lo es para la historia. Su tauromaquia está escribiendo uno de los capÃtulos más bellos e intensos de la historia de la tauromaquia. El cigarrero se ha puesto a la misma altura que grandes nombres de la fiesta brava en blanco y negro.
El rabo de Sevilla es el colofón, por el momento, a una trayectoria de auténtica personalidad torera. Unas maneras y unas formas inigualables y que forman de por sà un concepto único, de torero histórico.
Morante se echó la fiesta de los toros a la espalda temporadas atrás. Apostando por encastes minoritarios, dando vida a decenas de locidades en su temporada de los cien festejos y ahora, logrando internar a La Maestranza en un estado de éxtasis sin precedente.
¿Ahora qué? Se preguntan muchos de los matadores que tienen aún por delante compromisos en el Baratillo ¿Cómo igualar al genio de La Puebla?
1 comentario
Pues si. Yo me pregunto lo mismo ¿Y ahora qué? ¿Se podrá alcanzar otra cumbre más alta en el toreo?