Fernando Plaza se convirtió en matador de toros durante el festejo celebrado en la plaza de toros de Valdetorres del Jarama, con Juan Miguel como padrino y Adriano como testigo. Una tarde que se saldó con el triunfo del recién alternativado, al arrancar un apéndice a cada uno de sus astados.
Plaza quiso brindar la muerte de su primer toro a su madre, con unas emotivas palabras que hicieron aflorar más de alguna lágrima en los tendidos:
«Esto va para la mujer de mi vida, mi madre. Mamá, ni aunque mil vidas mortales viviese, jamás podrÃa darte todo lo que tú me has dado; pero en esta única que tengo, espero hacer que estés orgullosa de mÃ. Te amo, mi reina«.