Paco Ureña vivió un momento tan insólito como desagradable durante su primera actuación en el abono valenciano. Mientras daba la vuelta al ruedo el de Lorca recibÃa prendas, abanicos y otros enseres desde los tendidos, hasta que una bota vino impactó violentamente en su rostro.
El murciano abandonó la vuelta al ruedo para pasar por la enfermerÃa, dónde se limpió y desinfectó la zona afectada, cubriéndose con un apósito.
Un hecho, a priori fortuito, pero que debe hacer pensar a las personas que pueblan los tendidos; el respeto y la consideración con quién se enfunda el chispeante debe ser siempre máxima.