Lo sucedido en el foro interno de Canal Toros es todavÃa una incógnita. Del anuncio de su cierre, a la noticia de que el apagón no se iba a producir de aquà a un tiempo cercano, apenas pasaron un par de dÃas. Además, en ninguno de los dos casos hubo comunicado oficial por parte de la empresa, dando rienda suelta a los medios de comunicación para guiar la actualidad televisiva de la tauromaquia.
Sea de la manera que sea, el no cierre del canal es una noticia de vital importancia para la tauromaquia. Canal Toros, a pesar de las crÃticas de muchos aficionados en los últimos años, ha sido un eslabón fundamental en la tauromaquia moderna, apostando por la fiesta brava en todo momento, incluso en las épocas más duras de la pandemia. El mantenimiento de la actividad es un bálsamo para aficionados y profesionales ante el aterrizaje de OneToro en el orbe taurino.
Sin embargo, el anuncio de su cierre ha servido de trampolÃn para un nuevo acoso de los diferentes colectivos animalistas; algunos de los cuales han llegado a atribuirse el hecho de su cierre. Loco pero cierto, atribuÃan su cierre a una serie de cartas que habÃan enviado a la dirección de Movistar. Para mear y no echar gota…
La locura de estas declaraciones, aunque cómicas para los entendidos taurinos, han reactivado a las hordas anti taurinas quienes jalean el cierre del canal y acosan a la nueva plataforma televisiva. El anuncio del falso adiós de Canal Toros ha hecho un daño irreparable a las retransmisiones taurinas, un daño que quizás, sea difÃcil de sanar. Tiempo al tiempo…