Por Noelia Crespo
La llegada del domingo de carnaval es sinónimo de ilusión y oportunidad para los finalistas del BolsÃn quienes se convierten en los principales protagonistas del festejo. Ante una cuajada, pero desigual novillada de Valrubio, dejaron detalles cada novillero en su concepto.
Serio y cuajado salió el primer Valrubio al ruedo mirobrigense al que recibió dispuesto y variando las suertes de capote Sergio DomÃnguez. Comenzó doblandose en la muleta intentando sujetar a un astado con muchas teclas que tocar. Desclasado y protestón, lo intentó por ambos pitones ligando tandas con dificultad y desluciendo los enganchones. No tuvo suerte el novillero extremeño quien mostró voluntariedad. Estocada en lo alto y oreja.
A la verónica saludó El Mene al segundo novillo de la tarde. Variado en suertes, destacó en el quite ajustado por gaoneras. El salmantino inició su trasteo por alto pegado a tablas saliendose con él hacia los medios. Aprovechó el recorrido, calidad y repetición del Valrubio para templar y ajustarse al natural alcanzando las cotas más altas de toreo puro en muletazos de uno en uno. Firme y dispuesto finalizó la faena por bernardinas y luquesinas con la plaza entregada. Se atascó con la espada y perdió los trofeos.
Se intentó estirar a la verónica Cid de MarÃa en el tercero de la tarde intentando sujetar al Valrubio en la capa. Tras brindar a Marco Pérez comenzó su faena pegado a tablas saliendo con él hacia los medios. Estructuró una faena inteligente por ambos pitones aprovechando la clase y nobleza del astado. Se entregó, disfrutó y se relajó dejando buenos muletazos, aunque le costó conectar con el público por la sosez del animal. Concluyó su faena en cercanÃas con susto incluido. Enterró el acero en el segundo intento. Oreja.
Con muchas complicaciones salió el último Valrubio con el que Manuel Tabernero no pudo lucirse con el capote. Con la muleta le costó al salmantino acoplarse a la incierta y descompuesta embestida del animal. Con la dificultad de intentar colocarse en cada muletazo por la condición del novillo, consiguió dejar algunos detalles del toreo puro que atesora. Dispuesto y meritorio, rubricó su trasteo con una estocada caÃda y oreja.