La ausencia de Emilio de Justo en la feria de La Magdalena de Castellón es, sin duda, difÃcil de justificar. No sólo por los éxitos cosechados por el torero, si no también por su condición de figura a pesar de la lesión que arrastró a lo largo del pasado curso tras su encerrona en Las Ventas.
Según los avances de la cartelerÃa en las principales ferias de la temporada, el torero extremeño regresará conservando el caché logrado en la temporada 2021 y anteriores. Madrid, Sevilla o Valencia están respetando su condición de figura, cosa que en Castellón no ha hecho.
Ni una llamada de teléfono, ni un correo electrónico, ningún contacto con el entorno de Emilio de Justo. Todo parece apuntar a que la empresa ha gestionado una feria a su gusto, con sus toreros y con otros tantos allegados, a excepción de algunos compañeros que sà han recibido el trato que merecen.
Castellón se ha convertido en el máximo exponente de la situación que atraviesa el sector a través de un sistema decadente. Aquellos que se resignan a aceptar las reglas de un juego impuesto son relegados y maltratados por el simple hecho de salirse de la baraja. Los mandamases de este sistema, presentes en parte en Castellón, han creado un ciclo para su simple beneficio económico, dejando de lado el beneficio para la tauromaquia y la afición.