
Sebastián Castella consumó ayer su regreso a los ruedos en la plaza de toros de Manizales. Con un encerrona en solitario con toros de diferentes ganaderías, el diestro galo volvía a enfundarse el chispeante tras un parón cercano a los dos años.
La gran tarde vino marcada por el juego de los animales, muy pobre en líneas generales a excepción de uno de los astados de César Rincón premiado con la vuelta al ruedo. Un total de dos orejas fue el balance del regreso a los ruedos del torero de Béziers.
Ficha del festejo: Silencio, Silencio, Silencio, Silencio, Dos orejas y Silencio.
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