No soy asiduo a las crÃticas que no son constructivas, pero en ciertas ocasiones me hierve la sangre ante la dejación de funciones de un sector qué en nada parece tener intención de luchar por sà mismo. PodrÃamos hablar de Gijón o del intento prohibicionista en Francia, dónde parece que a nadie le importa lo que pasa… pero esos son otros temas y merecerÃan unas lÃneas y un análisis de mayor seriedad.
Sà centramos en tiro en la actualidad, estamos asistiendo a un verdadero acoso contra el nuevo seleccionador nacional de fútbol por su afición a la tauromaquia. En las imágenes de la discordia, Luis de la Fuente manda un mensaje a Emilio de Justo semanas antes de su encerrona en la plaza de toros de Las Ventas; confirmando que asistirÃa a la corrida.
Hasta aquà todo parece normal, pero en realidad lo que deberÃa ser normal se ha vuelto contrario a las teorÃas de lo polÃticamente correcto y de la censura social. Esas palabras y su conocida afición taurina, han valido para que las hordas de intolerantes censoras que afloran en nuestra sociedad, hayan situado en el paredón al nuevo seleccionador nacional, señalándolo ante la sociedad como un ser «asesino y vomitivo».
Estas campañas subvencionadas y con el apoyo de organizaciones regadas por el dinero público, van a ser cada vez más generalizadas y frente a lo que poco se puede hacer. Sin embargo, lo que más me sorprende es la desazón de un sector que no ha levantado públicamente la voz para defender a Luis de la Fuente.
Es de vergüenza que los grandes nombres propios de la tauromaquia; empezando por las figuras y acabando por otros sectores, no hayan alzado la voz para defender a uno de los nuestros. No estoy hablando de grandes gestos… pero ni un mÃsero Tweet han sido capaces de publicar para estar al lado de una persona AFICIONADA que está siendo sometida al escarmiento de lo censor.
Saliendo de nuevo del tema del seleccionador, aunque sin dejarlo de lado, es increÃble la dejadez de muchos de los estamentos de la fiesta, que son incapaces de mover un sólo dedo por el bien común. Nos merecemos, en conjunto, vivir asÃ, sometidos, porque no somos capaces de ayudarnos unos a otros… y al que trata de sacar el pie del tiesto para poner orden en el desorden, se le humilla y se le pisa para que su voz no suene. SÃ, hablo de la Fundación Toro de Lidia, de quién parece que nunca se puede hablar de manera positiva públicamente. Aunque como he dicho al principio, este es otro tema y merece otras lÃneas.
Fuerza Luis, estamos contigo.