Diego Ventura ofreció en la Fundación Cajasol un extraordinario coloquio en el que abrió su alma a los presentes. A lo largo de una amplia entrevista, el de La Puebla del RÃo ha analizado su trayectoria personal y profesional, la situación de la tauromaquia y un sinfÃn de momentos que han marcado su carrera.
Uno de los momentos que más expectación creó, fue al hablar de Pablo Hermoso de Mendoza y las razones que están impidiendo que ambos se midan juntos en los ruedos. Ventura habló sin tapujos, contando cosas que nunca habÃa contado:
– Después de 24 años de carrera aún hay plazas en las que no ha debutado con Logroño, Pamplona, Bilbao, San Sebastián ¿Qué lo ha impedido?
«Todos sabemos quién lo ha impedido. Ha sido mi compañero – Pablo Hermoso de Mendoza– está clarÃsimo que sus apoderados son los empresarios y que los empresarios están con su torero… estamos hablando de 24 años de carrera que tengo. Estamos hablando de un tÃo que ha tenido 17 puertas grandes en Las Ventas y un rabo, estamos hablando de un tÃo que ha salido 10 veces por la Puerta del PrÃncipe. Estamos hablando de uno que ha hecho cosas que ningún rejoneador en la historia ha hecho… entonces, no tiene lógica«.
– Ha sido por algo que tú has hecho en algún momento…
«La causa de esto, es que yo salgo muy fuerte de chico. En ese momento Pablo era un figurón del toreo y andaba fuera de lo normal… y la cosa empieza por sacarme de algunas corridas, de pocas, porque en aquella época no entraba en grandes ferias. Como está claro, eso yo me lo iba guardando, toda la rabia me la iba metiendo… no lo podÃa decir, me tenÃa que callar. Esto ha sido un dÃa tras otro, un dÃa tras otro… y llega un momento que él hace unas declaraciones en 6 Toros 6 en las que decÃa que se sentÃa solo y que no tenÃa ninguna competencia. Los demás compañeros, que muchos eran figuras, se callaron… pero yo, que venÃa arreando, dije que aquà estaba para cuando quisiese un mano a mano, porque ya que no tenÃa competencia… Lo que tenÃa era que no evadir muchas de las tardes en las que me querÃan poner junto a él.
Al final se creó una bola, después de México dónde él era Dios, porque un chaval venÃa arreando y la prensa se hizo eco. Empezaron los periodistas a atacar a un lado y otro… pero yo nunca dije que no querÃa torear con él. Todo lo contrario, siempre pedÃa torear con él. En algunos sitios se conseguÃa, en otros no. Llevamos cerca de diez años sin torear juntos, pero las temporadas que sà lo hacÃamos, nos veÃamos siete u ocho tardes, en temporadas en las que los dos matábamos 50 o 60 festejos.
HabÃa una plaza que era fundamental de la que él no podÃa quitarme, Sevilla. Hay cosas que nunca he dicho, pero que hoy voy a decir porque no tengo que esconder nada. Una de las cosas que a mà me duele en el alma, después de estar fuera de Sevilla durante cierto tiempo, en el que se le ha dado la alternativa a Guillermo, en el que han venido a torear a mà plaza. Digo mi plaza porque he estado dando la cara por Sevilla durante 14 años con dos compañeros al lado y él estando en Aguascalientes, importándole una mierda Sevilla.
Eso a mà me duele. Ahora habrá gente que diga que sà yo digo, que sà he dicho… me da exactamente igual. Yo he tirado del carro en Sevilla, metiendo tres cuartos de plaza, con dos compañeros al lado que por suerte o por desgracia, no tenÃan tirón taquillero. Yo me he partido la cara por Sevilla y, ahora cuando realmente llega todo esto, Ventura se lleva el palo y se queda en casa, los demás son los buenos… pues uno se lo traga, se lo calla, pero en el fondo de tú corazón lo tienes clavado porque yo vine a Sevilla con tres meses de edad, me siento sevillano, mis amigos están aquÃ, mi familia está aquà y todo el mundo espera… Yo sueño en cada entrenamiento con cuajar un toro en Sevilla, me desvivo en cada entrenamiento para torear en una plaza como Sevilla y, cuándo te quedas fuera por el tejemaneje de unos y de otros, pues es muy duro.
Duele haber sido el que ha tirado de Sevilla durante quince años, el haber respondido a los favores que me han pedido, compartir cartel con unos y con otros porque el empresario tenÃa el compromiso y siempre he dicho que sÃ. Ahora, estos últimos años cuando ha llegado mi momento, no se me ha respetado como torero, ni como persona, ni como nada. Esto hay gente que lo comprende, que lo respeta… pero hay otros que son tan burros que lo comprenden pero no lo quieren comprender«.
Al final de la intervención, los aficionados presentes prorrumpieron en una fuerte ovación, alzándose alguna voz que agradecÃa, a voz en grito, su labor a Diego Ventura.