Sà durante toda la temporada hemos elevado a Morante de la Puebla a los más altos altares de la tauromaquia, la faena de ayer en Sevilla es para que se declare al cigarrero como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El coso maestrante acudió a la sublimación del toreo. Morante de la Puebla se mostró en su máxima expresión, su faena es digna de exponerse en los mejores museos de todo el mundo; junto a Caravaggios, DalÃs, Velázquez o las obras de Van Gogh, deberÃa hacerse un hueco para exponer al mundo y a la historia lo que ayer aconteció en La Maestranza.
Sevilla fue la máxima expresión del genio, pero tampoco hay que olvidar su paso por la plaza de toros de Las Ventas. En Madrid cuajó otra gran obra, el sevillano rompió los moldes en una tarde de arrebato mÃstico. Asà tarde tras tarde como por ejemplo en Salamanca o en tantas otras plazas de la geografÃa que han acogido a Morante a lo largo de todo el año.
Quizás es presuntuoso pedir que se declare a Morante de la Puebla Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, pero ¿por qué no?