Ahora sà que sÃ, Andrés Roca Rey ha terminado por joder a más de uno, de dos y de tres. La tarde que firmó ayer el diestro peruano en la plaza de toros de Murcia ha puesto de manifiesto lo que ya era innegable; la temporada del torero de Lima está siendo sublime.
Sà nos remitimos a los datos hasta el mes de agosto, el peruano ha toreado un total de 49 festejos con un saldo de 106 orejas y 4 rabos. La estadÃstica demuestra que, no siendo el torero con mayor número de festejos toreados, sà es el espada que atesora el mayor número de apéndices y triunfos a lo largo del curso.
Sin embargo, en la tauromaquia o, por lo menos tal y como la entiendo yo personalmente, los datos no lo son todo. La sensación de plenitud, de torero en estado de gracia, de valor incontestable y de mando en la muleta ponen a Roca como torero de máximo relumbrón del curso.
En este aspecto, sorprende la fuerte guerra que existe entre aficionados por desacreditar y encumbrar a otro torero. Esta guerra que, sà bien siempre ha existido dentro de la tauromaquia entre partidarios y detractores de distintos espadas, este año está perdiendo el pulso y el sentido. No se puede defender lo indefendible; hay que saber reconocer a uno sin quitar méritos a otros.
La tarde de Roca Rey ayer en Murcia, haciendo pleno con cuatro orejas y dos rabos, ha desatado las furias de cientos de aficionados en redes sociales, dando una imagen de podredumbre en la afición. El respeto y la verdad de la que siempre ha hecho gala la fiesta del toro, no se puede perder bajo ningún concepto. El momento que atraviesa Roca debe ser reconocido y tenido en cuenta por todos.
Después del reconocimiento, a pesar de que su estilo personal y su manera de entender la tauromaquia puede llenar a unos y no transmitir a otros, podemos comenzar a debatir otros detalles como el trapÃo del toro, los compañeros de cartel, la colocación de las telas… Aquà sà pueden ser válidos distintos argumentos que podrán ser atendidos, aceptados o interpelados según el criterio y el sentimiento de cada aficionado. Pero por favor, seamos serios, las faltas de respeto, los insultos y negar lo evidente, no hace mejor aficionado a nadie, todo lo contrario lo desacredita… y lo que es peor, mancha la imagen de la afición taurina.
1 comentario
Espero que no sea xenofobia o racismo disfrazada de cualquier otra categorÃa (detractores, partidarios, etc); Andrés torea con su verdad, se arrima y se faja con los TOROS como ninguno…arriesga y define como si fuese la última tarde o el último de su vida…nadie le ha regalado ni le regalará nada…y NO lo necesita mi paisano. Si lentoca ofrendar la vida en un ruedo…lo hará. Qué más verdad que esa???