Han sido muchos los años, sobre todo después del impasse de la pandemia, en los que se ha escuchado que la afición por la tauromaquia zozobraba en tierras gallegas. Pontevedra, principal bastión de la tauromaquia en esta zona de la geografÃa nacional, ha demostrado que esas voces polÃticas y sociales no hacÃan más que mentir. La crónica de una muerte anunciada resultó ser lo contrario.
El público respondió llenando la plaza hasta la bandera para disfrutar de una tarde de toros de máxima emoción. El Juli, José MarÃa Manzanares y Tomás Rufo fueron los encargados de hacer vibrar al público gallego en una tarde de toreo caro y gusto en la que el palco puso la nota negativa.
El presidente no atendió las peticiones para con El Juli y Tomás Rufo, negándoles el segundo trofeo a pesar de la fortÃsima petición que inundaba los tendidos. El respetable despidió a los tres toreros con una tremenda ovación y abucheó al presidente en su salida del palco, en una de las mayores broncas que se recuerdan. Una fiesta en el regreso de los toros, con la nota negativa de un presidente protagonista.