Roca Rey: Culpable aunque se demuestre lo contrario

Durante el desarrollo de la presente temporada estamos viviendo una campaña contra el matador de toros Andrés Roca Rey. Una corriente que ya comenzó años atrás y que, sin embargo, ha despegado con fuerza durante este 2022.

En diversos círculos y ambientes taurinos, hablar del diestro peruano con buenas palabras es entendido como una falta de conocimiento y de sensibilidad. No sólo eso, en muchos casos la tauromaquia de Andrés no es bien concebida y rápidamente se entra en la comparación con otros matadores del escalafón.

Lo bonito de la tauromaquia es la división de opiniones y la manera en que a unos llena un torero y a otros, otro. Qué uno guste más o menos, no quiere decir que sea mejor o peor, ya que dentro de unos cánones generales y que no hace falta nombrar, está bien clara la figura de cada matador de toros en el escalafón.

La tauromaquia de Andrés podrá gustar de maneras múltiples a cada aficionado, con un estilo que sólo lleva él a su máxima expresión. Una tauromaquia que llena plazas e inunda de público joven los tendidos; unos van por primera vez porque han oído hablar del peruano y otros porque les ha enganchado su toreo ¿Qué tiene esto de malo?

La campaña de acoso y derribo tiene un claro objetivo: desestabilizar la campaña y crear división. ¿No parece, visto desde fuera, un objetivo anti taurino? Con esto no quiero acusar a nadie, ni mucho menos, pero en tiempos de dificultad, convendría arrejuntarse y no dividirse. A día de hoy, a pesar de los gustos de cada uno, la tauromaquia de Roca Rey es fundamental para la fiesta; de esto, no hay duda.

Más allá de divisiones en torno a qué matadores de toros nos gustan más o menos, o con cuales sentimos una mayor afinidad, convendría no malgastar el tiempo en disputas que acaban en desprestigio. Centrémonos en acudir e inundar las plazas y porqué no, en exigir un espectáculo íntegro. Quizás sea esta una batalla más importante que sí Roca Rey cena en un Burguer King o que sí se acerca mucho a los toros porque siempre le salen todos sosos… dejémonos de tonterías, de culpar a alguien aunque se demuestre lo contrario y centrémonos en proteger y enseñar aquello que nos hace vivir en una pasión desmesurada.

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