Morante de la Puebla se llevó la Corrida de la Beneficencia con una faena antológica, de sabor añejo y personalidad abrumadora. El diestro de La Puebla cuajó una actuación frente al segundo toro de su lote soberbia; perdiendo el segundo trofeo por el manejo de la espada.Â
El espada atendió a los micrófonos del Canal Toros después de la triunfal vuelta al ruedo, mostrándose satisfecho de haberse podido expresar en plenitud en la monumental de Madrid, consciente de todo el sufrimiento que ha tenido que afrontar a lo largo de su carrera en esta plaza:Â
«Después de tanto sufrimiento ha venido esta alegrÃa, sobre todo he sentido una satisfacción Ãntima. Una lástima que el toro no haya caÃdo antes. Me quedo con esta satisfacción, venir a Madrid y poder cuajar un toro asà merece la pena«.