Un fuerte aguacero coincidió con la salida del primer toro de la tarde, con el que El Juli apenas pudo lucirse de capa. Comenzó la faena doblándose con el toro y el viento le molestó en los primeros compases. El de Victoriano del RÃo no se empleaba mucho, pero poco a poco Julián lo fue metiendo en la muleta, sobre todo por el lado derecho. Labor de oficio que tuvo escaso eco en unos tendidos más preocupados por guarecerse de la lluvia. Falló con los aceros y fue silenciado.
Cuando El Juli recibió de capa al sexto, la lluvia habÃa amainado. Dio lances en los medios y abrochó con dos medias. El toro derribó en la primera vara y el Juli hizo un quite lucido por chicuelinas. Comenzó la faena con buenos muletazos diestros con la rodilla flexionada a los que siguió una serie por ese mismo pitón. Al natural toreó con verticalidad y relajo. Volvió a la derecha para gustarse en las últimas series de una faena en la que se le vio disfrutar, incluso pisando un terreno de cercanÃa muy comprometido en la fase final. Obra maciza de momentos de enorme profundidad que apuntaba triunfo grande pero la espada quedó un poco tendida en media estocada. Cortó una oreja.
El primero de Roca Rey y segundo de la tarde hizo una brava pelea en el caballo, empujando mucho en las dos varas que tomó. Tomás Rufo hizo un quite en el que destacó una media. El toro buscó chiqueros. Roca Rey comenzó la faena en medio de los truenos y rayos de una fuerte tormenta. Se llevó el toro a los medios a pesar del viento y ahà ligó dos series con mano baja y mucho aguante. Por el lado izquierdo el toro probó más y Roca aguantó con valor. Volvió a la derecha y calentó de nuevo en medio de un fortÃsimo aguacero. Terminó con bernadinas y mató de pinchazo y estocada, pero el toro tardó mucho en caer, perdiendo un posible premio.
Roca Rey no pudo lucirse de capa en el quinto, que acusó el mal estado del ruedo a la hora de desplazarse. La faena la hizo en terrenos del 6, donde el ruedo estaba algo mejor, y fue templando al de Victoriano con la derecha, aprovechándolo por ese pitón en series ligadas y de mucha superioridad. También logró meterlo en la muleta al natural imponiendo su ley y dejando siempre la muleta en la cara. El parón final con luquesina incluida creó ambiente de triunfo, pero pinchó antes de dejar una estocada algo desprendida, teniendo que descabellar. Dos avisos, se esfumó el posible premio.
Tomás Rufo dio buenas verónicas al tercero, un toro al que apenas se pudo banderillear por el peligroso estado del ruedo. Brindó al público bajo el persistente aguacero y ligó dos series de mérito, más limpia la segunda. El de Victoriano del RÃo fue un buen colaborador y Rufo lo aprovechó sobre todo por el lado derecho, ya que por el izquierdo el toro se empleaba menos y se defendÃa. Apuró embestidas por el pitón más potable en una labor meritoria que remató de estocada desprendida de rápido efecto. Cayó la primera oreja de la tarde.
Rufo toreó muy despacio y muy bien a la verónica en tres lances y media belmontina que provocó sonoros oles en el tendido. Hizo un quite por chicuelinas dejando el toro colocado en suerte con una excelente media. La faena la comenzó con muletazos por alto a pies juntos y otros por bajo de buen trazo. A continuación toreó al natural en dos series en las que supo recoger la rajadita embestida del toro. También por el lado derecho se la dejó puesta y ligó a un toro que cada vez parecÃa rehusar más la pelea. Pero el mérito de Rufo estuvo en no tirar la toalla y seguir intentándolo. Todo lo que hizo tuvo sello de calidad y mucho temple. Lo aprovechó hasta la última embestida construyendo una faena muy por encima de la condición del animal. Fue cogido de forma terrible al entrar a matar, pero milagrosamente no resultó herido. Volvió a la cara y cobró una estocada que ató un triunfo sonado. El presidente sacó los dos pañuelos a la vez y la Puerta del PrÃncipe se abrió de par en par.