Ãlvaro de la Calle asumió el reto mayúsculo de enfrentarse a cinco toros de diferentes ganaderÃas en una tarde de máxima expectación en Madrid, tras el grave percance de Emilio de Justo. Asumió la responsabilidad con máxima dignidad, en torero y haciendo las cosas bien, con gusto y personalidad.Â
Aprovechó el toro de Victoriano del RÃo, un extraordinario animal que fue premiado con la vuelta al ruedo y al que lució en el tercio de varas, con tres puyazos a cada cual, con mayor distancia y emoción. Tres encuentros con el varilarguero, que terminaron por levantar de los asientos a los aficionados que ovacionaron de manera atronadora la labor de Óscar Bernal.Â
El de Victoriano del RÃo, fue una auténtica pintura y una verdadera joya genética. Toro bravo en mayúsculas, para el que la vuelta al ruedo va ser el menor de los premios, ya que su historia y sus cualidades van a quedar grabadas a fuego en el corazón de los aficionados; premio mayúsculo éste.Â
“Duplicadoâ€, de Victoriano del RÃo, ya ha entrado en la historia de los grandes toros bravos lidiados en el templo del toreo.Â