Fotos : Charline Fabères.
El novillero aragonés Cristiano Torres llegó este domingo al coso galo de Arzacq para hacer realidad un sueño, debutar de luces. De rosa y plata puso la plaza boca abajo desde el principio con un buen novillo de Gallon, tanto sus derechazos con los riñones encajados como los estatuarios que realizó hicieron que el público francés se rindiera ante él. Dicha faena fue premiada con dos orejas que marcan el inicio de algo extraordinario.
En su segundo se lució a la verónica y ya con la muleta pudo mostrar un concepto puro y de mano baja con la que logró someter al novillo con los flecos de la muleta. Finalmente quedó en una cerrada ovación fruto del fallo con los aceros.