Alejandro Marcos acabó el pasado curso como uno de los toreros más reveladores y uno de los nombres a tener en cuenta en esta naciente temporada. Su gran actuación en Salamanca, rubricada con otras importantes tardes, lo colocaron en las primeras posiciones del escalafón de emergentes.Â
Ayer en Valdemorillo demostró lo que quiere ser y lo que está dispuesto a hacer si le dan oportunidades. Dos grandes faenas de corte suave y buenas formas; haciendo gala de un concepto del toreo exquisito, al mismo tiempo que demostrando el hambre que tiene. De no ser por el uso de los aceros en el segundo toro de su lote, habrÃa abandonado en volandas el coso de La Candelaria junto a Miguel Ãngel Perera.Â
El gran peligro de esta temporada para el salmantino son los despachos y los intercambios de cromos que, por el momento, no le están permitiendo sumar festejos. En Valdemorillo entró por la vÃa de la sustitución ante la baja de Cayetano Rivera y aprovechó la oportunidad presentando credenciales. Ojalá le respete el toro y, sobre todo, las empresas, porque este joven torero tiene aún mucho que decir.Â