Sebastián Castella recibió con fluidez con el capote al primero de la tarde. El toro fue medido en el caballo y el torero intentó afianzarlo a base de no forzarlo y tratarlo con suavidad. Su mimo no fue suficiente para salvar la debilidad del Cuvillo y tuvo que desistir. Mató de media y fue silenciado.
Tampoco estuvo sobrado de fuerza el cuarto, a lo que unió una evidente soserÃa. Castella lo intentó por ambos pitones pero no pudo calentar los tendidos al no tener emoción su enemigo.
José Mari Manzanares se lució a la verónica en el recibo al segundo, abrochando con buena media. Brindó a SAR la Infanta Elena y comenzó ligando dos series con la derecha, rematando con buen pase de pecho. Por el izquierdo encontró mayor dificultad de ahà que volviera a la diestra para levantar de nuevo el tono de una faena elaborada y meritoria. Mató en la suerte de recibir pero el toro tardó en echarse.
El quinto tuvo problemas de fuerza y fue devuelto. El sobrero aguantó mejor y Manzanares lo entendió bien en dos primeras series diestras. Al natural aplicó suavidad y logró muletazos largos. En la tercera serie de derechazos hizo sonar la música pero le incomodó el aire y tuvo que pausar las tandas. Apuró las embestidas por el lado derecho y mató de estocada aunque de nuevo el toro tardó en caer.
El tercero fue devuelto y el sobrero apretó en el capote. Andrés Roca Rey arriesgó en un quite variado y comenzó la faena de muleta con pases cambiados en el tercio. Lo sacó a los medios e impuso su ley a un toro nada fácil al que ligó por la derecha. Al natural el de Cuvillo mostró mayor complicación pero el torero aguantó en una actuación seria y expuesta. Concluyó con manoletinas y se le fue la mano con la espada en el primer intento, aunque después dejó buena estocada.
Roca Rey levantó la tarde en el sexto. Brilló en el quite que hizo, sin importarle el viento que molestaba. También comenzó la faena apostando fuerte, toreando en redondo de rodillas. Después lo hizo de pie bajando mucho la mano y rematando atrás los muletazos. Ritmo más lento tuvieron la siguiente diestra y muy buenas fueron las dos que dio al natural a continuación. Siempre sometió mucho y templó y fue en una última serie con la derecha cuando logró poner la plaza en pie. Se fue detrás de la espada para abrochar una faena rotunda y redonda para la que incluso se llegó a pedir el rabo, premio que el presidente no concedió.
FICHA:
Se lidiaron toros de Nuñez del Cuvillo, tercero y quinto sobreros del mismo hierro, bien presentados en conjunto y de juego desigual. Sobresalió el sexto, un gran toro.
Sebastián Castella, silencio y silencio.
Manzanares, ovación tras dos avisos y ovación
Roca Rey, ovación y dos orejas.