Desde hace seis años, todas las Navidades, el polideportivo de Sepúlveda se llena de toreros para acercar el mundo del toro a los más pequeños gracias a la iniciativa de VÃctor Barrio. En esta ocasión, el pabellón se ha convertido en una divertida plaza de toros en la que los niños han aprendido, han jugado y se han divertido con la tauromaquia
VÃctor Barrio ha vuelto a poner el cartel de “no hay billetesâ€. Esta vez, el escenario ha sido el polideportivo ‘Félix Arranz’ de Sepúlveda (Segovia), donde toreros de la talla de Cristina Sánchez, Juan del Ãlamo, los novilleros Carlos Ochoa y Eusebio Fernández y el banderillero Roberto MartÃn, ‘Jarocho’, han hecho de maestros de ceremonia en una nueva cita de los más pequeños con la tauromaquia organizada por la Asociación Cultural Taurina ‘Amigos de VÃctor Barrio’ con la colaboración del Programa VÃctor Barrio.
Los niños han podido conocer de primera mano qué es un torero, cómo se prepara o lo que siente cuando va a torear, entre otras muchas cuestiones que les han respondido los profesionales taurinos que no han faltado a su cita en Sepúlveda.
A continuación, han confeccionado un vestido de luces para lo que han contado con la ayuda de los toreros, quienes no han dudado en echarse al suelo para colorear y recortar, poniendo a prueba a los de luces en su destreza con pinturas y tijeras. Una vez concluido el trabajo con las artes plásticas, todos los participantes han hecho el paseÃllo y han pegado sus primeros lances con los avÃos, dirigidos siempre por la atenta mirada y los consejos de los profesionales.
Una vez más, la respuesta de los niños ha sido conmovedora. Se les ha visto disfrutar de la cercanÃa de los toreros, a quienes les han hecho muchÃsimas preguntas. También han tenido el lujo de tocar un vestido de luces y de conocer las distintas partes de las que se compone explicado por quienes se lo enfundan para acudir a la plaza de toros.
Al finalizar la actividad, los niños y el público asistente han sido apremiados a que escribieran una carta a VÃctor Barrio. Todas ellas han sido introducidas en un “buzón mágicoâ€, cuyo paje se las hará llegar al cielo.