El Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo ha comenzado con los primeros conflictos entre la grada y el presidente de la temporada, que no fueron pocos en la pasada.
Juan Diego comenzaba la tarde cortando una oreja del primer novillo Garcigrande. El público mayoritariamente comenzó a pedir el indulto para el segundo novillo, que estaba a manos de César Jiménez. El presidente no hacÃa caso a la petición de la grada, y Jiménez dejaba pasar los avisos sin intención de matar al astado en un intento de retar al presidente. Una vez llegado al segundo aviso avisaron por megafonÃa que no era una plaza fija, y por lo tanto, no se podÃa dar un indulto. El novillero madrileño dejó sonar el tercer aviso entre los gritos de “si se puedeâ€.
Cuando el novillo fue metido en los corrales se formó un gran revuelo creyendo que se le habÃa indultado. Jiménez fue premiado con la vuelta al ruedo. Juan del Ãlamo cortó otra oreja y Ãlvaro Lorenzo saludó tras un fallo con la espada.
El ganadero de Garcigrande, Justo Hernández hablaba asà de lo ocurrido: “El toro se ha ganado el derecho a la vida y un hombre se la ha quitadoâ€. También decÃa que era el mejor novillo que habÃa visto de la ganaderÃa, hijo de Mosquetero, un toro indultado por Antonio Ferrera en 2011 en Olivenza. A pesar de esto, sigue ilusionado, tiene 20 o 25 hermanos de este novillo.
Imagen |Â La Suerte Natural