Una vez escrutado el voto de los españoles, llega el momento de el análisis y la reflexión. Las urnas han confirmado la fragmentación total de la sociedad española. Han dejado patente la existencia de dos grupos en el congreso: El conservador y el progresista, pero… ¿En qué situación dejan a la tauromaquia estos resultados electorales?
La realidad es que las elecciones en España para los toros ha sido incierta. Primero de todo por la situación del bloque de derechas, que no alcanza los escaños suficientes para lograr la mayorÃa parlamentaria y poder gobernar. En segundo lugar, por la posibilidad de que el conjunto progresista, armado de un puñado de partidos polÃticos, sà logre la mayorÃa para gobernar durante los próximos cuatro años.
Lo más grave, una vez más, es la politización de la tauromaquia. Un arma arrojadiza que han enarbolado unos y otras con criterios y tecnicismos a favor y en contra. La fiesta de los toros es del pueblo y su arraigo en la sociedad y en la cultura de España deberÃan ser suficientes para perpetuarla en el tiempo… pero eso ya dejó de ser asà hace mucho. Ahora, su futuro depende de los criterios polÃticos e ideológicos de los gobernantes.
Situación
Los resultados electorales ponen en jaque a la tauromaquia. La reedición de un bloque progresista en el gobierno, pone en apuros la fiesta. La realidad es que la segunda lista más votada en España, el PSOE, no lleva en su programa electoral el fin de la fiesta – aunque ha llegado a prohibirla, por ejemplo en Gijón – pero sus posibles socios sÃ. Sumar, cuarta fuerza y socio habitual de los socialistas, sà lleva en su hoja de ruta poner coto y terminar con la tauromaquia. El escrutinio en estas elecciones en España no ha sido claro para los toros.
Otras fuerzas polÃticas que podrÃan entrar en la ecuación de una nueva coalición de izquierdas, como ERC, Bildu o BNG, también son contrarias a la celebración de espectáculos taurinos. Estas formaciones independentistas, llevan en su programa el separatismo. La idea de acabar con todo aquello que conforma la culturalidad de nuestro paÃs. O lo que es lo mismo, poner fin a muchas de las tradiciones; entre ellas, la tauromaquia.
Habrá que esperar aún para conocer sà España está abocada a una nueva cita con las urnas. Con la práctica imposibilidad del bloque conservador, hay que aguardar a conocer sà el conjunto progresista logra una telaraña de pactos y promesas que les acrediten para gobernar. A partir de aquÃ, el debate polÃtico puede volverse un infierno para la fiesta de los toros. Lo que está claro es que el resultado electoral deja a la tauromaquia en una posición comprometida para la próxima legislatura.