El vÃdeo de «Juli, quédate» en Pontevedra pone los pelos de punta. El adiós del figurón madrileño del coso gallego, brindó una tarde de fuertes emociones. Primero por lo vivido en el ruedo y, después, por los sucedido en los tendidos.
Un griterÃo espontáneo comenzó a pedir a El Juli que aparcase su retirada. Un vitor que fue cogiendo cada vez más fuerza y que se escuchó en distintas fases de la tarde. Un reconocimiento del cariño y el profundo respeto que esta afición profesa hacia el torero madrileño. Una tarde que el torero tardará mucho tiempo en olvidar.
El resultado artÃstico de la tarde también es considerable. Nueva lección de magisterio de un torero que se va a ir en lo más alto de su carrera. Julián atraviesa, sin lugar a dudas, uno de los mejores momentos de su tauromaquia. Un momento muy importante para un torero que ha decidido dejarlo todo en la picota, sin dar tiempo a una retirada en fase de declive.
El vÃdeo de «Juli, quédate» en Pontevedra es una novedad en esta fase de despedida. Las ovaciones, más comunes y corrientes, están resonando con mucha fuerza por la geografÃa taurina que está recorriendo el madrileño. Un punto y final que llagará el primero de octubre desde La Maestranza en Sevilla. Un último baile antes de la retirada de una figura que marcado varias épocas en la tauromaquia.