Hoy se nos ha ido un ganadero, una leyenda. Se nos ha ido D. Victorino MartÃn. Visionario, revolucionario y autodidacta son algunos de los apelativos que puede recibir uno de los criadores de bravo más prestigiosas de la historia de la tauromaquia. Figura respetada, admirada y querida por profesionales y aficionados que hoy nos deja a los 88 años, en su finca de Monteviejo, rodeado por sus seres queridos y sus amados cárdenos. Figura indiscutible de la tauromaquia a pesar de no ser torero, su amor por el ganado bravo, su buen quehacer, su forma de entender la tauromaquia y a los toros han hecho de él una figura insustituible de la tauromaquia. Hoy se va D. Victorino MartÃn pero su recuerdo, su persona, su profesionalidad, dedicación, constancia, cercanÃa, amor al bravo y a la fiesta quedarán siempre con nosotros.
No procedÃa de estirpe ganadera y sus inicios en la crÃa del bravo son de los más humilde, comenzó en la compra venta del ganado hasta que decidió dar el salto a dedicarse en cuerpo y alma a la crÃa del toro de lidia. Su toro se corresponde con el prototipo de toro que el legendario ganadero querÃa para la fiesta, nunca crió un toro para el torero, lo crió bajo sus criterios. Fue capaz de recoger un tipo de toro que estaba a punto de ir al matadero y llevarlo a lo más alto, llevarlo a todas las ferias y ser una de las ganaderÃas más deseadas por el aficionado. D. Victorino MartÃn ha sido y será siempre un referente en lo ganadero por sus capacidades y por criar el toro que él siempre ha considerado, no el toro que se querÃa.
Sus inicios fueron complicados, arrancar una ganaderÃa desde prácticamente cero es muy complicado. El 30 de Abril de 1970 lidió su primera novillada en Zaragoza. El año anterior, en Madrid, «Baratero» se convirtió en el primer semental de la ganaderÃa en ser premiado con la vuelta al ruedo. El 1 de Junio de 1982 protagonizó la conocida como corrida del siglo en Madrid, abandonando los tres matadores junto al ganadero en volandas la catedral del toreo. Además, para terminar de lograr el prestigio absoluto para la ganaderÃa, mes y medio después Ortega Cano indultó a «Belador» en el templo de la tauromaquia, en Las Ventas.
Los premios y reconocimientos hacia su persona y su ganaderÃa son incontables. El último premio recibido, y que se corresponde con su última aparición en público se corresponde con el Premio Nacional de la Cultura entregado en Cuenca por su Majestad D. Felipe VI. Todos estos premios, los indultos en las plazas y todos los reconocimientos recibidos por compañeros, profesionales de la tauromaquia y aficionados hacen de D. Victorino MartÃn una figura insustituible de la tauromaquia y, a partir de hoy, una leyenda. DEP D. Victorino MartÃn, ganadero de leyenda.