Analizamos con Calita su primer festejo tras el parón por la pandemia
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«La verdad que fue un momento especial para mi». La tarde en Ãvila, suponÃa el regreso a los ruedos españoles del espada mexicano tras muchos años de ausencia: «Quizá numéricamente no fue una tarde tan rotunda, pero creo que la dimensión que pude dar fue importante»Â Más allá de la oreja que cortó, Ernesto Calita dejó la impronta sobre el tipo de torero que quiere ser, exponiendo y no guardándose nada para sà mismo, entregándose en cuerpo y alma al animal: «Me voy contento; sobre todo con mi disposición y mi entrega. Creo que en mi no quedó nada… es verdad que queda mucho por corregir pero como digo, la entrega fue máxima»
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Ernesto ha vivido, quizás, un confinamiento más suave que la inmensa mayorÃa de la población, ya que vive en la ganaderÃa de Bellos Montes. Sin embargo, los toreros están hechos de otra pasta; su vida es torear y este ha sido el peor punto para Calita: «La situación nos hizo vivir momentos de mucha incertidumbre. Fueron momentos súper difÃciles y para los toreros… prácticamente nuestra vida es torear«
 Preguntado por lo que resta de temporada, se muestra seguro y confiado, aunque sin dejar de lado el terror que hemos vivido: «No va ser fácil, ya que las circunstancias no estan ayudando mucho en ningún sentido. Va seguir tocando vivir dÃa a dÃa, esperando que siga habiendo control ante la grave situación que vivimos. Espero que no haya rebrotes más fuertes de los que ya está empezando a haber».Â
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Ahora ya se encuentra centrado en los compromisos que tiene cerrados para estas próximas semanas: «En Ãvila la verdad se concretaron algunas cosillas y la verdad que eso me da vida. La proxima corrida la tengo el dÃa 9 en la provincia Albacete en los proximos dias se hará ya oficial el cartel»