Los datos de la ganaderÃa de Jandilla en los encierros de San FermÃn siguen marcados por la leyenda negra de ser el último hierro que ha dejado un fallecido. Todo sucedió hace catorce años, con una brutal cornada a un joven que le afectó al pulmón y a las venas cava y aorta.
La divisa pacense es una de las más peligrosas sobre las calles de Pamplona. El porcentaje de heridos por asta de toro es superior al 1,5, lo que hace un total de 32 corneados en 21 participaciones. El balance de heridos de otra consideración también se dispara respecto a otros hierros, alcanzando los 149.Â
El tramo de la bajada al callejón es la zona más peligrosa de estos hermanos según los datos. En él ha dejado diez de los veintiún corneados. Por el contrario la calle Estafeta tan sólo ha registrado dos heridos por asta de toros durante las más de veinte participaciones.Â
El pasado año, la ganaderÃa registró su mejor tiempo sobre las calles de Pamplona. Paró el cronómetro en los dos minutos y trece segundos; cifra que dista mucho de la registrada en el año 2005, cuando paró el reloj por encima de los cinco minutos y medio.
Los datos de los toros de Jandilla en los encierros de San FermÃn reflejan que en pocas ocasiones corren juntos. Suelen ser mirones y atender a los gestos bruscos que por desgracia, cada vez suceden con mayor frecuencia entre los mozos que aguardan junto al vallado.
Suerte a todos los corredores.